No soy yo mucho de música pop, indie o actual. De vez en cuando escucho algo, sobre todo en verano, no pegan mucho las marchas procesionales con el calorcito del verano. La cuestión es que estos días hay una frase que me ronda la cabeza. Una frase del murcianísimo grupo ‘’ VIVA SUECIA’’. La frase dice así: ‘’ parece que hoy no ha muerto nadie’’ y, efectivamente, parece que hoy no ha muerto nadie, pero también parece que hoy ha muerto gente y, tristemente, demasiado pronto – vaya mi más sentido recuerdo al tuno por excelencia de los Hijos de María y el Cristo de la Agonía, Domingo González-. Hemos cambiado el 1 por el 2, pero ahí fuera sigue habiendo mucho ruido con el dichoso virus. La prensa sigue bombardeándonos constantemente con sus noticias negativas y, mientras, los soñadores seguimos buscando nuestro lugar en esta vida, la mujer sigue recorriendo Cieza con su coche gris y sus sacos de pienso para alimentar a los gatos salvajes, la mujer de Alejandro sigue paseando cada mañana cuando el día comienza a despuntar en el Paseo Ribereño, el Sanse sigue cerrado a cal y canto, solo pervive en nuestra memoria, Galindo sigue contándonos el día a día en sus fotos saturadas -con respeto, maestro, que yo sé que a usted le gustan las fotos pictóricas- , el joven sigue clavando las rodillas ante la cancela del Cristo del Consuelo para, cada martes, pedirle por su abuela y por su semana, Ramón sigue mandándonos cada mañana sus reflexiones de cada día y Mari Cruz sigue acudiendo cada tarde con su hijo a la Esquina del Convento. Como ven, al final esto del cambio de año no es tan brusco, sino que es más un cambio de número, pero un cambio de número que nos aventura muchas cosas.
2022 debe ser el año en el que, como dice Rafael Salmerón Pinar, el invierno deje paso a la primavera cuando la Burrica cruce la Esquina del Convento y entre en el Paseo. 2022 debe ser el año en el que la ‘Primavera del mundo’’ vuelva a ser visitada por centenares de visitantes que acuden a nuestra tierra a ver el maravilloso espectáculo de la FLORACIÓN. 2022 debe ser el año en el que se comience a escuchar el ruido de sables en los partidos políticos –aventuro, de nuevo, una victoria aplastante del PSOE en los comicios del 2023. Como dirían en la antigua Roma, variándolo un poco: ‘’A mí el PP’’. Os espero- 2022 debe ser también el año en el que nuestra ciudad vea como se inauguran nuevas infraestructuras ampliamente reclamadas por la sociedad civil. Al recientemente anunciado inicio de las obras del ya conocido como tercer puente, se debe sumar la inauguración del remozado ‘’Centro Cultural de Géneros de Punto’’ o, esperemos, el Hotel de la Encomienda, entre alguna que otra cosa que, seguro, se me escapa. 2022 debe ser el año en el que Siyasa siga brillando en cada ocaso del día como lo lleva haciendo desde el 24 de agosto de 2020, 2022 debe ser el año en el que, esperemos, volvamos a vivir una Feria y Fiestas plena de actividades en la calle y, ojalá, sin miedo a contagiarnos por la novena ¡qué digo! Veinteava variante del COVID. 2022 será, seguro, otro año en el que los que formamos Cieza en la Red estaremos cada día del año a su lado y, les aseguro, lo afrontamos con unas ganas tremendas.
2022 está aquí y, solo les pido un par de cosas: sean agradables, sonrían y vivan que, como se está poniendo la cosa, es alto difícil.
Me despido con unas palabras de Antonio Agredano: ‘’ Somos reyes de nuestro destino, pero esclavos de nuestro camino’’.
Os espero en quince días. Mientras sigo observando la vida.
