Los integrantes de la Joven Orquesta de Cieza (JOCI) cumplieron sobradamente su propósito en el concierto de presentación. Bajo la batuta de Francisco Ríos, ofrecieron un repertorio novedoso dividido en dos partes; la primera, basada en música barroca, contuvo el concierto para viola en Sol Mayor de Telemann y el concierto para violín en Sol Mayor de Vivaldi; la segunda parte, dedicada a obras compuestas en el siglo XX, se nutrió de música de Moussorgsky, E. Elgar, J. Sibelius y G. Holst.
Sin olvidar la finalidad pedagógica de la agrupación, el director explicó las sutiles diferencias entre los dos estilos de composición que interpretaron en el intermedio. Unas diferencias que pasan incluso por la ubicación espacial de los intérpretes y que esta orquesta contempló en su puesta en escena.
El público, que desbordó la sala, disfrutó en un pulcro silencio durante una hora en la que, el frotar de las cerdillas de los arcos sobre las cuerdas de los instrumentos, afloraron sentimientos y asombros.
La Joven Orquesta de Cieza ya tiene proyectados nuevos conciertos y, entre sus deseos, se encuentran los de ampliar el número de músicos con vistas a formar una orquesta sinfónica única en la Región.