Hace unas semanas, como marca cada nueve de junio, se celebró el Día de la Región de Murcia y las redes sociales se llenaron de fotitos de nuestra región. Como siempre, el Anfiteatro de Cartagena, la Catedral de Murcia y la cesta de los huevos de oro, la playa; sin embargo, este año vi sorprendido como se sumaban pueblos de interior como Mula o Jumilla. ¿Durante la pandemia se ha dado cuenta la gente de que somos mucho más que sol y playa? Paradigmático, cuanto menos, que haya tenido que llegar una pandemia mundial para que conozcamos nuestra propia región. En esa marabunta de fotos que nombraba anteriormente, apenas salía, muy residualmente, Cieza. ¿Qué estamos haciendo mal? Vamos a verlo a continuación.
Es una realidad que, desde la llega del PSOE a la alcaldía, con Antonio Moya como máximo responsable de turismo, Cieza ha aumentado de manera considerable su apuesta por el turismo. De unas ideas inconexas se ha montado un proyecto turístico, conocido por todos, se le ha dado, aparentemente, fuerza a la Semana Santa, no económica – eso es un tema que da para mucho- pero si promocionalmente. Se ha proyectado la construcción de un hotel, algún que otro museo y se ha puesto en danza, con la consecuente reactivación de la zona, el Centro de Interpretación del Cañón de Almadenes. Las campañas de excavaciones en ARCO también nos han puesto en el mapa y, según tengo entendido, pronto comenzarán a excavar en Bolvax. Como ven, el camino está iniciado, pero está a medio. Nos falta una señalitica más clara a lo largo de nuestro casco antiguo, nos falta actualizar la red de museos al S.XXI a través del uso de las TIC, nos falta que un museo, clave, como es el de la Semana Santa, tenga un horario fijo de apertura, nos falta que la oficina de turismo amplíe su horario, nos falta que la inversión privada construya unos grandes salones como en Caravaca son los Salones del Castillo, nos falta que las iglesias, donde se guarda un gran patrimonio escultórico, tengan placas con lo que estás viendo y, por supuesto, nos falta LAS DELICIAS.
Como ven, nos faltan muchas cosas para hacer de Cieza una ciudad plenamente turística. El camino está a medio, algo es algo, pero no nos vale, a la vista está.
Hay que seguir soñando para que, ojalá algún día, el camino llegue a su fin y seamos conocidos por todos. Mientras, Cieza, para los ciezanos.
Os espero en quince días. Mientras sigo observando la vida.