La Asociación Ciezana de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (ACIFAD) nace, en 2001, como un proyecto de familiares de enfermos porque, a nivel de recursos específicos, no existía ningún servicio en el municipio de Cieza. Concienciados por el hecho de vivir esta realidad en sus propias casas, un grupo de familiares crea este colectivo, cuyos objetivos son los de mejorar la calidad de vida de los enfermos de Alzheimer y de sus familiares.

El Alzheimer es “un colectivo complicado, que engloba personas con discapacidad con personas mayores. Pero es verdad que, con el avance de la asociación, hemos conseguido avances importantes. Hoy tenemos un nuevo local, bastante amplio, con el que se ha conseguido ser un recurso de referencia específico a nivel de Alzheimer que cuenta con la implementación de un centro de día”, explica Ana Belén Martínez, trabajadora de la asociación.

ACIFAD ofrece un amplio abanico de servicios que va más allá de la atención directa a los enfermos: “Detrás del paciente hay una familia que vive la enfermedad, en muchas ocasiones, incluso peor que el propio afectado. Es una enfermedad dura, en la que hay muchas complicaciones”. La asociación tiene como objetivo atender a los enfermos y tratar de mejorar la calidad de vida de estos, así como trabajar para que la enfermedad se desarrolle más lentamente pero, también se tiene en cuenta a las familias de los afectados porque “los cuidadores también tienen que aprender a cuidarse.

Por ello, la asociación ofrece, además de las actividades enfocadas a la estimulación cognitiva, que está destinado a que los enfermos pierdan las capacidades, un centro de día, que actualmente acoge a 5 personas y, además, facilita servicio de fisioterapia tanto a enfermos como a familiares.

En ACIFAD tratan de manera individualizada a cada enfermo. La enfermedad, que pasa por varios niveles de evolución, afecta de modo diferente a cada persona, por ello, los profesionales que trabajan en el centro valoran en qué situación se encuentra cada individuo, tanto a nivel mental como físico. Tras ello, proceden a crear una respuesta de trabajo individualizado de terapia para trabajar las capacidades. Trabajos que van desde la escritura al ejercicio físico, musicoterapia, etc.

Es una realidad difícil, más aún cuando cada persona es un mundo y, por tanto, en cada una de ellas la enfermedad evoluciona de una forma distinta. Es preciso, expone Ana Belén Martínez, “que se lleve a cabo un diagnóstico precoz que permita llevar a cabo una rápida implementación de tratamiento farmacológico y no farmacológico”.

El ambiente que hay en el centro de ACIFAD, situado en la calle Pino Gómez, es distendido. Los ancianos se encuentran trabajando en amplias mesas. Charlan mientras llevan a cabo las tareas encomendadas para ejercitar su memoria. Es, como explica Martínez, una escuela en la que se mira la enfermedad desde el optimismo.

¿Cómo descubrir la enfermedad? ¿Qué hacer?

Es preciso tener en cuenta que no todo el mundo desarrolla un Alzheimer pero, ante síntomas como caídas frecuentes, olvidos, desorientación y comportamientos distintos, lo principal es acudir al médico de cabecera que, destinará al paciente al neurólogo que procederá a llevar a cabo el diagnóstico.

Existe medicación específica para el Alzheimer pero, explica Ana Belén, esta es muy complicada: “debido a las distintas naturalezas de evolución de la enfermedad en cada persona, es difícil llevar a cabo una prescripción adecuada. A día de hoy no hay tratamiento que pueda frenar el avance, es una enfermedad crónica y de larga duración. Además, el deterioro sufrido antes del tratamiento es irrecuperable”.

Lo que sí tienen claro en ACIFAD es que el tratamiento farmacológico tiene que estar acompañado de un tratamiento no farmacológico como el que llevan a cabo en su centro. La Asociación Cieza de Familiares de Enfermos de Alzheimer tiene un importante apoyo en la concejalía de Personas Mayores de Cieza y en el neurólogo del hospital Lorenzo Guirao, que cuentan con el trabajo del colectivo en los tratamientos prescritos a los enfermos.

Para llevar a cabo este trabajo de estimulación cognitiva, ACIFAD, cuenta con la indispensable labor que realizan los voluntarios. Estos, actualmente 3, vienen a enriquecer la actividad de los fisioterapeutas, psicólogos y trabajadores sociales del centro. Son diferentes los perfiles de voluntarios que acuden a prestar sus manos a la labor contra el Alzheimer: “Los voluntarios ya no solo son jóvenes que invierten su tiempo libre. Aunque fundamentalmente el perfil que tenemos en la asociación son mujeres mayores de 35 años que han trabajado previamente con personas mayores, por aquí han pasado voluntarios con distintas características”.

Las estadísticas dicen que, en 2040, habrá en el mundo 48 millones de personas aquejadas por esta enfermedad. Una realidad que, por dura, no debe ser desterrada del compromiso diario de la sociedad. ACIFAD ya comenzó, hace más de 10 años, el camino para ayudar a enfermos de Alzheimer. Su puerta está abierta para todos aquellos que necesiten su entera colaboración.