Con un disco-maqueta completamente exitosa (vendió toda la tirada), ya prepara su segundo disco, que verá la luz el próximo año. Guitarra en mano, nos encontramos para charlar bajo la Atalaya, un enclave perfecto para hablar de la belleza de la música…y del mundo.

¿Cómo empieza tu pasión por la música y por el instrumento?

Tenía mis canciones propias hechas, pero sin música. Entonces, a los 12 años, empecé a dar clases de guitarra. Me las dejé y estuve un tiempo sin tocar. Luego lo retomé, ya en solitario, y a los 15 años me presenté a un concurso, ‘Jóvenes talentos’, llegué a la semifinal y ya fue la pasión por seguir haciendo bolos.

¿Cuesta aprender a tocar el instrumento de manera autodidacta?

Es complicado pero, si tienes tiempo, puedes hacer cosas. Yo hacía mis canciones propias, aunque también covers, pero sobre todo canciones propias. Y de estás canciones es el disco que he sacado este año pasado.

¿Cómo definirías tu estilo?

Soy versátil, me muevo en todos los territorios. Pero me voy más a la balada, al estilo romántico-pop.

¿Es un estilo que tiene tirón?

Ahora mismo lo que más tiene tirón es lo de la música electro, pero pienso que es lo que me gusta y con lo que quiero llegar a algo en la música. No quiero llegar a algo con un estilo que no me guste.

¿Qué opinión tienes de este tipo de música comercial que se hace hoy?

También me gusta el género pero, no le veo una historia principal a la canción, no le saco sentido. Yo lo que intento es contar una historia con rimas…Pero no quiere decir que no me guste.

Le falta alma a esas canciones, ¿no?

Exactamente, tú lo has dicho.

Cantas lo que escribes, ¿Te denominas cantautor?

Me defino como cantautor, es correcto.

Los cantautores clásicos, por llamarlos de alguna manera, cantaban también a las desigualdades sociales y eran políticamente activos, ¿Contemplas hacer algo así?

Ahora, en los tiempos que estamos, intento meter la menor política posible, para no decantarme hacia ningún lado. Me centro más en el amor, el desamor, el desengaño…Situaciones de la vida cotidiana.

¿Cuáles son esas situaciones en las que basas tus canciones?

Me baso en lo que me sucede, en un sueño que tengo, en lo que quiero llegar a ser…Cosas de ese estilo, que cualquier persona se puede sentir identificada.

¿Qué es eso que quieres llegar a ser?

¡Hombre! A mí me gustaría llegar a ser alguien el mundo de la música. No simplemente ser famoso, sino poder llegar a vivir de la música.

¿Dónde te sientes más cómodo?

Cuando estoy con mi guitarra en casa, componiendo, en mi estilo, con mis “paranoias”, por así decirlo.

¿Y el escenario?

Bien. (Ríe) Empecé un poco con este miedo escénico que te da y ya, poco a poco, fui envalentonándome con el escenario, aunque sigo teniendo los mismos nervios, pero ya los controlo mejor.

No recuerdo quién decía que si pierdes los nervios en el escenario pierdes el alma…

Por supuesto, lo corroboro.

Cuando acaba el concierto y recibes el aplauso, ¿Qué sientes?

Siento que estoy cumpliendo un sueño que siempre he tenido. Lo que intento es que la gente sienta lo mismo que yo cuando estoy tocando.

¿Alguna vez te has bajado de un escenario pensando que no habías dado lo que debías?

Muchas veces, la mayoría.

¿Qué se piensa en esos momentos?

Siento disgusto porque sé que lo puedo hacer mejor. Hay muchos factores de los que depende la canción. Es el sonido, el ambiente…Todo.

Pienso que un concierto no es solo ir a cantar…¿Qué ofreces tú como artista?

Cuando vas a ver un concierto de Manu Sánchez, en lo que te tienes que fijar, sobre todo, es en las letras. Ahora, como no tengo dinero, no puedo llevar muchos músicos, voy yo con la guitarra. Lo que recomiendo a la gente es que escuche mis letras y no se quede solo con el sonido de la canción, que es lo que está de moda ahora, quedarse con el sonido. Tararear la canción no vale en mis canciones.

¿Cuál es tu mejor verso?

De la primera canción que hice que dice...(recuerda)…”Siento que lo eres todo/siento que eres mi tesoro”. Hay muchas más, pero es la que más me gusta, aunque no la conoce mucha gente.

¿Es necesaria la rima en la canción?

No, para nada. Hay versos que, si riman, destrozan la canción. Si tienes algo que decir lo dices y ya está, da igual si rima o si lo acompaña la guitarra.

¿A qué le debes canciones?

Debo canciones pero no me siento cómodo diciéndolo, ya se sabrá.

Centrémonos en cifras ¿Cuántas veces te has subido a un escenario?

Aproximadamente entre 60 o 70 ocasiones.

Entre ellos hay bastantes concursos, ¿Has logrado alguna mención, algún premio?

La verdad es que lo más que he llegado a sido a finalista, en San Pedro del Pinatar. Se ve que había mucho nivel o que los nervios no acompañaros.

En esos concursos, ¿Se valora la calidad musical?

La verdad es que, creo que la gente que hay en un jurado se va hacia el estilo que más le gusta. Serán profesionales pero…Se pueden decantar más por una música que por otra.

Entiendo que no estás muy contento con los jurados…

Bueno, he tenido rocecillos (Ríe).

Tu primer disco “Toda mi verdad”, ¿Qué puedes contarme sobre él?

Básicamente es una mezcla entre amor y desamor. Tiene 8 pistas y nació de mi deseo de mostrarle a la gente que no me había escuchado lo que hacía, ponerlo en la radio… que se me vaya conociendo. Salió muy bien, vendí todas las copias. Se hizo en un estudio casero, en plan acústico, con guitarra y voz. Ahora a por el segundo.

¿Crees que aportaría algo a tu música la participación de algún músico más?

En un futuro me gustaría montar una orquesta con todo tipo de instrumentos, para que sonara bien. A mí me gusta la música en directo, no me gusta el playback de la música, aunque a veces tengo que hacerlo.

¿Qué es lo mejor y lo peor que podemos encontrar en ese disco?

Bueno, peor no le veo nada. Habrá gente a la que le guste y gente a la que no, pero lo que intento es lo que te he dicho, que la gente se sienta identificada por las canciones. Es lo que intento, que la gente sienta.

¿Quién es, para ti, el mejor artista musical?

Me gusta mucho la música latinoamericana, Cristian Castro, Luis fonsi, Sin bandera….Todos estos cantantes me gustan, pero al que más admiro es a Cristian.

Has participado dos veces en la Plaza de España, en las Fiestas Patronales, ¿Qué te parece el Ayuntamiento esté dando esa oportunidad ahora a los grupos?

¿Digo la verdad? (Ríe). ¡Hombre! Me parece bien pero me creo que cuando había dinero no nos llamaban. Y ahora que no hay dinero sí cuentan con nosotros y creo que al menos un regalo, una cerveza, lo que sea…No hay financiación por ninguna parte.

¿Entonces por qué te subes al escenario?

Porque quiero que la gente me escuche, quiero darme a conocer, por lo menos en mi pueblo.

¿Y cuál es la respuesta de la gente a tu arte?

La gente normalmente me apoya. Lo que quiero es que la gente me diga la verdad: en lo que puedo cambiar, qué estoy haciendo bien. Críticas que me ayuden a mejorar.

Las grandes compañías de la música, ¿Dan facilidades a los músicos más desconocidos?

Creo que esto tiene tres pasos, divididos en muchos más. Si no has dado el primer paso, el de estar intermedio, las productoras no pueden conocerte. No he visto a nadie que estuviera abajo y de repente arriba. Siempre hay un paso intermedio, como youtube o mucho trabajo o algo así. Ese escalón intermedio es el más difícil de subir.

Esos concursos en los que participas, ¿Son exclusivamente de música?

No, son Talent Show en el que entra cante, baile, magia…

¿No te has propuesto intentar pasar casting de concursos específicos como “LA VOZ”?

Me lo he propuesto, pero nunca he llegado a dar el paso. Veo los casting pero lo voy dejando pasar. Pienso que quizá no estoy preparado aún, pero tengo que intentarlo, tengo todavía 19 años.

Dices que no estás todavía preparado, ¿Qué te queda por mejorar?

Mucho, sobre todo la música de guitarra porque sé lo básico. No he estudiado en el conservatorio, no sé de armonía. También la voz y otras cosas de la vida…No sólo de la música: tener una estabilidad en todo para poder centrarme en la música.

¿El cantante siente especialmente las cosas?

Creo que si una letra la has hecho tú es porque la has pensado, te ha salido. Pero una persona que escuche tu canción puede sentir más que tú. A veces te alegra, o te deprime…

¿Cuál es la canción que escuchas cuando el mundo es más oscuro?

¡Puf! Me gusta mucho Imagine, de John Lenon. Habla de cómo están las cosas ahora mismo.

Ahora trabajas en un segundo disco…

Sí, para las mismas fechas que el año pasado: enero, febrero o marzo. Con que salga igual que el primero, me vale.

¿Qué ofrecerá ese disco?

Serán nuevas canciones mías. Quiero centrarlo en el desamor, no porque no esté enamorado, sino porque quiero hacer un punto de vista diferente al primer disco. Incluso sobre el odio.

¿Inspira más lo malo que lo bueno?

Yo creo que por igual. De hecho, aunque no son cosas iguales, se pueden complementar, se puede hacer una canción de amor y de odio.

¿Cuál ha sido el mejor escenario al que te has subido?

Diría que la primera vez que canté en el Café-Teatro Borrás. Fue la primera o segunda vez que me subí al escenario ante el público. La gente escuchó mi música en directo y me sentí muy bien.

Se marcha, la guitarra en una mano y su pareja en la otra. Va a encerrarse en su cuarto, a empastar su voz con los acordes que nacen de sus manos. ¿La próxima cita? El jueves 17 de octubre en el Babbut Restaurant de Archena, donde participará en un concurso acompañado del abrazo azul de su guitarra.