Su vida viaja a caballo entre sus dos pasiones, la literatura y la pintura. Es autora de cinco libros, además de haber participado en numerosas publicaciones colectivas. En el ámbito pictórico, ha expuesto en numerosas ocasiones, sobre todo en Cieza y Calasparra, a la vez que ofrece cursos de pintura en los que enseña a los interesados los secretos de este arte en el que deja su alma.
A Cieza la trajo el amor, una llama que sigue viva más de 30 años después y que le ha dado tres hijos por los que bebe los vientos. Pero Rosa no ama solo a los suyos, siente un amor universal por las cosas, por la naturaleza, por aquellas raíces que la atan al mundo.
¿Ama el artista mejor, ama diferente?
¡Qué va! , vamos, creo que no. Amamos cada uno con las particularidades que tenemos y lo hacemos de la mejor manera que sabemos. Pero no influye el hecho de tener una vocación diferente de otra, lo que sí influye es la capacidad de amar que cada cual desarrolla. Yo amo como mejor sé.
¿Cuándo nace la vocación por las letras y la pintura?
Empecé a escribir y a pintar con 11 años, en la escuela , pero quizás entonces me veía más con una profesión de escritora que de pintora. Sin embargo, el hecho de que algunas profesoras valoraran mis pinturas y me encargaran murales y otras cosas tenía cierta repercusión en que yo pudiera dirigirme por ese camino, el de la pintura.
Rosa es licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Murcia, carrera que comenzó y concluyó ya siendo madre. Este hecho supuso un gran esfuerzo en la artista local, que luchó, durante esos años, por nutrirse de conocimientos del arte pictórico, una de sus dos grandes pasiones.
¿Su trabajo como profesora y profesional de arte pictórico comenzó antes de iniciar la carrera?
Sí, antes de entrar en la universidad. Se empieza dibujando y regalando a la gente… Antes de dar clase realicé exposiciones, y bastante antes vendí pinturas…Es el camino que se va haciendo a base de pequeños pasos.
Entonces, ¿qué le mueve a estudiar la carrera de Historia del Arte?
Mira, antes de hacer la carrera estudié, a distancia, dibujo técnico, que incluía una parte de dibujo artístico. Aquello me valió muchísimo para la pintura. Después me decanté por Historia del Arte porque me reportaba conocimientos para mis dos vocaciones, y además estudiaba desde el enfoque histórico, que siempre me ha apasionado. Mis mejores notas eran las de Historia.
Comenta que su pasión literaria comenzó pronto. ¿Recuerda ese momento que marcó su vocación?
Sí. Con 11 o 12 años recuerdo que escribí un cuento. Las maestras han tenido mucha influencia en mí. Mi maestra de lengua, Vicenta García, le dio la puntación más alta a ese cuento. El hecho de que lo valoraba para mí tenía un significado especial. Que a alguien a quien yo apreciaba y valoraba le gustara, suponía mucho.
¿De qué es maestra Rosa Campos?
De nada. Soy aprendiz. Aprendiz siempre, maestra de nada.
Posee 5 publicaciones individuales, en las que la poesía y el relato cobran un especial protagonismo. Rosa le escribe a la luz, al color, a las cosas cotidianas. Porque para ella, en un pie descalzo se esconde, por qué no, la filosofía de un mundo. Además, participa en más de una asociación cultural local, como La Sierpe y el Laúd, las Ateneas o el Grupo Siembra.
¿Qué encuentra en la lectura?
Voces que me cuentan cosas que yo no he vivido y otras que sí. Me descubren el mundo, paisajes…Sobre todo me descubren sentimientos. Un mundo que hace más grande y más hondo el que yo tengo.
Y ahora, por ende, ¿qué encuentra en la pintura?
Es la comunicación, yo creo que de la alegría de la vida. A veces he hecho dibujos que tenían relación con cosas que me han generado tristeza, pero esos no los muestro porque no es lo que me apetece compartir.
Lo que me gusta mucho es la fuerza que tienen los colores de la vida. Creo que no soy provocativa con la pintura, quiero decir que no busco el desgarro, es más la manifestación de de un sentimiento vital con tendencia hacia lo alegre y hacia lo cotidiano.
¿El pesimismo ayuda a la creación?
A mí no. (Calla) Vamos a ver, no tan tajante: Hay veces que si me siento mal lo tengo que comunicar, o sacar de mí por lo menos, pero si me siento bien también. Yo escribo cuando el sentimiento es muy poderoso, cuando me afecta, cuando es algo que se sale de lo normal, tanto bueno como malo.
Lo que sí escribo siempre, y aquí me refiero a la poesía, es lo que siento , ahí no soy escritora de oficio sino cuando la emoción me manda.
La pregunta obligada ahora es, ¿el artista nace o se hace?
Realmente creo que tenemos la vocación de escritores, o cualquier otra, por la manera en que vivimos la infancia. Creo que todos nacemos con la mente por llenar, por lo tanto me cuesta creer que nacemos con algo preconcebido. Nos vamos haciendo conforme vamos viviendo.
Hay unas experiencias determinadas, en los primeros años, y eso nos influye en que seamos más o menos abiertos. Creo que escribir obedece en gran parte a una timidez, y para superarla pienso que elegimos la escritura como un medio más amplio de expresión, a veces, de lo que sentimos de nosotros, pero también de lo que vemos en el mundo. Ahí dejas tu percepción de la vida, de ti y de lo que ves en el entorno.
¿Qué le preocupa a Rosa Campos de lo que ve?
Pues me preocupa la gente que no tiene lo necesario para vivir con dignidad. Que haya gente que mire para otro lado o que no sienta el latigazo del dolor de las personas que lo están pasando mal. Creo que no somos todo lo solidarios que se necesita, que no entendemos que la vida es de todos, que es un común. Es necesario sentir que vivimos en comunidad.
Es una mujer implicada con la sociedad, en la acción social
No sé si estoy todo lo que debiera, pero en lo que puedo comprometerme sí. Y si no lo hiciera, me sentiría incómoda.
¿Hace falta mayor compromiso?
Sí. Por parte de todos. No obstante hay gente que considero que se compromete muchísimo, más que yo, un rato largo.
¿Es necesaria la cultura hoy?
La cultura es fundamental porque aporta valores a la sociedad. Nos llena de valores humanos y lo que necesitamos es eso, ese humanismo.
Todos somos creativos, yo lo creo así, por naturaleza. Y la cultura es, o debe de ser, la que abra puertas para que esa creatividad se genere y se manifieste en su pluralidad, cuando es así nos beneficiamos todos. Por lo tanto, cuando se le cierran puertas, se está profanando algo sagrado del individuo y de la colectividad.
Sostiene que somos creativos, ¿hacia dónde se dirige su creatividad ahora?
Pues acabo de terminar dos novelas , bueno, una sí lo está y la otra prácticamente. La primera es un relato que no ha llegado a novela porque el propio texto me dijo “hasta ahí”, la segunda es más larga. Llevo trabajando en ellas tiempo, compartiéndolo con la pintura.
También colabora habitualmente con el medio online de LaVerdad, donde publica artículos y entrevistas relacionadas con la cultura y el arte local de Cieza. Son numerosas sus aportaciones en un blog personal, palabras en imagen, en el que la autora deja ver trazos de ella.
Admiro a aquellos que se atreven con la prosa
La poesía es más visceral, dices lo que querías decir, luego intentas perfeccionarlo y tal, pero la prosa no, por ejemplo con las novelas, cuando las leo otra vez vuelvo a retocarlas y siempre hay cosas mejorables. Procuro que lo que escribo realmente tenga un valor para alguien. Lo que quiero es compartir, comunicar, pero sobre todo que merezca ser comunicado. Y partiendo de ahí me gusta que lo que haga llegue a otros, no me importa que sean muchos o pocos.
¿Ha sufrido el silencio de la creatividad?
¿Un vacío, sin crear?, ¿te refieres a eso? No recuerdo. Escribo hasta mentalmente, pero no siempre tengo tiempo para anotarlo, y luego, cuando vuelvo a la idea, no retornan las palabras exactas originales, y eso me da mucha rabia.
Ahora tengo papeles por todos los sitios y cuando algo me surge lo anoto, aunque solo sea para mí, porque tengo un pudor enorme y cada vez soy más reservada. En cuanto al dibujo, a la pintura, tengo muchos más asuntos proyectados en mi cabeza que los que llego a realizar, pero estoy aprendiendo a llevarlo bien, por lo menos sin agobios.
Hábleme de su trabajo, ¿cómo empieza a ofrecer cursos de pintura?
Pintaba en el campo, donde vivía. Cuando vine a Cieza hice la primera exposición individual y gustó bastante. La gente compró mucha obra y me hizo encargos. Luego vino una segunda y salió bastante bien, a partir de entonces surgieron las clases.
Es un trabajo que me gusta mucho porque percibo que puedo ayudar a sacar, tanto de los pequeños como de los mayores, la creatividad que llevan dentro. El ver cómo viven y gozan su actividad para mí no tiene precio.
Se dice que Cieza es ciudad de pintores, ¿hay verdadera materia prima?
Cieza es una ciudad de color. Tenemos la vega tan cerca….Y de buenos pintores. El hecho de que haya tanta gente que pinte hace que se pueda pensar que es posible. Ves el trabajo bien hecho y las ganas en otros y eso estimula.
¿Quiénes son los grandes pintores?
Goya ya me gustaba, pero cuando estudié todo el proceso de su obra me deslumbró: Era capaz de sacar sentimientos , de hacer crítica… El expresionismo, el impresionismo…, de él nacen un montón de líneas que luego se engrandecieron. Velázquez, Rembrandt... cito a los grandes, los genios , porque son los primeros que vienen a la memoria… pero hay tantos, tantas… La impresionista Berthe Morisot. Las mujeres, ahora están saliendo a la luz muchas de las que dejaron su legado en el pasado; y las actuales, partiendo del siglo XX, hacen y dicen cosas a través de su obra. Están ahí ellas y ellos.
¿Pero ya no hay genios?
Sí, lo que pasa… (Calla) Mira, calificar a alguien de genio va con el tiempo, que lo resista. Hay buenos artistas, lo que pasa es que ha sido tan importante lo que se ha hecho en el pasado, que descubrir vías que revolucionen en la pintura no es tan fácil. Ahora se está observando en diferentes campos artísticos el valor de muchos creadores , que no siempre fueron reconocidos como tales, y se sabe de otros que en su momento sí fueron calificados como grandes y luego disminuyó o desapareció el concepto que se tuvo de ellos. Actualmente se hacen pinturas fascinantes, hiperrealistas, conceptuales, abstractas...
En pintura, aparte del estilo o la técnica, me gusta que yo vea algo que me despierte, que me conmueva, independientemente de que sean considerados o no genios.
¿Y esta pintura de ahora tan…abstracta?
Hay abstracciones que me gustan, buenas, y las hay que me recuerdan a otras, a lugares ya comunes . Pero hay que tener en cuenta que la pintura es muy subjetiva, y el arte en general, y el abstracto a veces necesita de una explicación para los no iniciados. Te va gustando más cuando lo vas conociendo . No obstante, pienso que también existe el fraude.
¿Qué le debe al arte?
Al arte que hacen los demás le debo sensibilidad, que me haya despertado un montón de sentimientos y emociones, que me haya hecho conocerme más a mí. Disfrutar de él.
En cuanto a lo que yo hago… Sí, le debo a la pintura, a lo que enseño, el poder destapar a la gente con la que trabajo la gran potencia creativa que tienen. Y el mantener un dialogo con los que de alguna manera reciben esas cosas que realizo. (Guarda silencio) Sé que pinto y sé que escribo… no podría decir más.
Tiene una profunda vida interior, una riqueza intelectual que hace que los minutos pasen veloces con su conversación. En su hogar, la dejo entre cuadros y poemas con la promesa de volver en otra ocasión. Y Rosa allí, entre luces y sombras, vive y respira con la fuerza del color.