El objetivo es garantizar la conservación y el buen estado de todas las infraestructuras y recursos materiales de Atención Primaria y Hospitalaria, así como hacer frente de forma eficaz a posibles averías para que tengan la mínima repercusión en la actividad diaria.
Así, se llevarán a cabo labores de mantenimiento, limpieza, mediciones, comprobaciones, regulaciones y ajustes, entre otras acciones orientadas a asegurar un estado óptimo de las instalaciones y su plena disponibilidad para ofrecer una atención sanitaria basada en la calidad y mejora continua.