El reparto se llevó a cabo en la sede de Cruz Roja Española en Cieza y alcanzó a unos seiscientos niños y niñas, gracias a las donaciones de distintas asociaciones y de ciudadanos particulares.
“La mejor recompensa al esfuerzo de todos es la cara de alegría, incluso de sorpresa, de la mayoría de chiquillos que salieron de nuestro local con sus relucientes paquetes”, afirmó el responsable de voluntariado, Francisco Coloma.