El lunes treinta y uno de agosto era testigo de una tarde lluviosa y de mal tiempo, hasta prácticamente la hora de la salida a la calle de la imagen del santo patrón la lluvia amenazaba en las calles ciezanas. Truenos y relámpagos auguraban la suspensión del traslado de San Bartolomé pero tras un pequeño retraso, y con entusiasmo de la propia cofradía del patrón, la imagen volvía a desfilar por las calles de Cieza al son de los pasodobles de la Banda Municipal de Música, pero en esta ocasión por un recorrido reducido por las amenazas de lluvia.
Acompañado por el clero y las autoridades municipales, la imagen de San Bartolomé llegaba hasta el balcón del muro, donde el Rvdo. Antonio Muñoz Catalán oficiaba la tradicional bendición de los campos, tras ello la imagen volvería a su ermita donde descansará hasta las próximas fiestas patronales en su honor.
Previamente durante la eucaristía realizada en la Basílica de Nuestra Señora de la Asunción la presidenta de la Hermandad de San Bartolomé, Laura Villa, hacia entrega al párroco de la basílica, D. Antonio Muñoz, del escudo de oro de la hermandad.