Se trata de una primera toma de contacto donde se ha abordado la complejidad que conlleva conciliar los legítimos intereses de los mercaderes con aspectos tan fundamentales como los problemas de tráfico, accesibilidad y seguridad que comporta una instalación de más de trescientos puestos y cientos de usuarios.
Tras escuchar todas las posturas y analizar los pros y contras, se ha consensuado la decisión de que los puestos de la avenida Juan XXIII vuelvan a su sitio inicial en la avenida de Azorín, “con el compromiso de realizar un estudio de posibles alternativas en su ubicación contando con la participación de todos los grupos políticos y, por supuesto, de los representantes de los comerciantes”.
Finalmente, la Concejalía de Comercio ha indicado que en las próximas semanas se realizarán los preparativos para que los puestos vuelvan a su emplazamiento de siempre y el mercado semanal quede como hasta ahora.