El jueves por la noche la Policía Local fue avisada de que dos individuos en estado ebrio estaban alterando el orden dentro de un edificio de los pisos de Pepón, por lo que se procedió a la detención de un hombre que presentaba lesiones y cortes auto infligidos, pero al proceder a su identificación, intentó saltar desde un cuarto piso al vacío, cuando al sujetarlo los agentes para evitar su caída, arremetió contra ellos, golpeándolos. Fue detenido por atentado a los agentes de la autoridad.
Al día siguiente viernes noche, puesto en libertad esa misma tarde, cuando se encontraba con otro compatriota en la estación de autobuses en el mismo estado, ambos volvían a presentar cortes sangrantes auto infligidos en brazos y piernas, insultando, amenazando y escupiendo a la gente que se encontraba allí, lo que solicitaron la presencia policial. A la llegada de los actuantes, de nuevo intentó agredir a los policías, por lo que volvió a ser detenido. Esta segunda vez la jueza lo envió a prisión.
Su amigo fue atendido por el personal sanitario y trasladado a un hospital de Murcia, regresando al día siguiente a Cieza, sábado, donde en un conocido bar increpó a los clientes, amenazándolos, alterando el orden y procediendo también a su detención.
El viernes por la noche se produjo la detención de un vecino de Cieza por violencia de género. Tras avisar los vecinos de una discusión en un domicilio, a la llegada de las patrullas de Policía Local y Guardia Civil, se comprobó que la pelea entre la pareja terminó con agresiones mutuas, todo delante de las tres hijas allí presentes. La mujer golpeó a su pareja con el plato de la cena y él la golpeó a ella con una botella de cristal en la cabeza.
Ambos fueron atendidos por la ambulancia en el lugar, tras lo que se procedió a la detención y traslado del hombre al cuartel por el citado delito.