Desde hace varias semanas, miembros de Garm, están de ruta por los pueblos de Murcia, presentado una propuesta moción para que implante un proyecto de control de la población felina, conocido como Proyecto CES (captura, esterilización y suelta). Por ahora los municipios visitados han sido los de Cartagena, Bullas, Cehegín, Caravaca, Moratalla, Calasparra y Cieza, a la vez que se han abierto conversaciones con la alcaldía y los distintos concejales de los partidos municipales de la oposición de cada municipio.
En la reunión del pasado lunes 2 de mayo de la Mesa de Bienestar Animal de la ciudad de Cartagena constituida por Policía Local, bomberos, CATAD, UPCT, UNED, Colegio de Veterinarios de Murcia, CTSSP, Ciudadanos, PSOE, MC, PP, Colonia la Hormigonera, Cuatro gatos CT, Fedanimur, PAES, Concejalía de Educación, Seprona, Refugiados y la asociación GARM, se trató este tema, y se votó por mayoría que el control de las colonias de gatos mediante el uso de medios no letales, debe figurar como unos de los deberes y obligaciones del Ayuntamiento, y así lo va a recoger en la nueva Ordenanza Municipal que se está elaborando, en uno de sus anexos, y seguramente y de forma progresiva cada vez más ayuntamientos se unirán a Cartagena en esta iniciativa, indican desde la asociación GARM.
Desde esta asociación regional quieren dejar claro a los diferentes ayuntamientos de la Región de Murcia que la afirmación de que “los gatos salvajes pueden transmitir enfermedades a los humanos, es falsa". Diferentes estudios realizados demuestran que la incidencia de enfermedades en colonias de gatos controlados sanitariamente "no es mayor que la de los gatos que viven con familias". Es más, destacan desde GARM, al no tener contacto con las personas (la mayoría son muy huraños y huyen de la gente) es imposible que transmitan ninguna enfermedad.
Añaden igualmente que el exterminio de los gatos callejeros ya produjo graves problemas de salud en el pasado. Durante muchos siglos, en Europa el gato fue considerado una criatura maligna, el amigo de las brujas o el discípulo del diablo. La persecución a la que fue sometido resultó tan eficaz, que alrededor del año 1400 el gato estaba casi extinguido. Este hecho causó un incremento sin precedentes de la población de ratas, que eran portadoras de una de las enfermedades más mortíferas de la época y que provocó la muerte de un tercio de la población europea, la peste negra.
Aclaran desde la asociación animalista que la afirmación de "sii se deja de alimentar a esos gatos salvajes, se marcharán, es también falsa". Una prohibición de alimentar a las colonias de gatos no hará que se vayan, aseguran, ¿Por qué? Porque los gatos crean un vínculo muy fuerte con la zona en la que viven, debido a que son animales territoriales, y si hace falta buscarán otra forma de sobrevivir, alimentándose de basura, animales como ratones o cucarachas… o buscando comida en otro sitio, pero siempre volviendo a su hogar.
Finalizan desde GARM diciendo que el único procedimiento válido y eficaz, y solución recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la University Federation Animal Welfare (UFAW) sobre el estado sanitario y el control demográfico de las colonias de gatos libres que viven en la ciudad, es el "plan sanitario de esterilización felina", conocido como Proyecto CES (capturar-esterilizar-soltar). Esta solución tiene razones ecológicas y económicas: "esterilizar es mejor y más barato que exterminar".