El desfile contó este año con una representación de festeros de Orihuela, que acompañaron al embajador cristiano, presidente de la asociación de moros y cristianos Santa Justa y Santa Rufina.
Los reyes y el embajador moro desfilaron bajo unos arcos y ante una maqueta del patio de los Leones y el comendador de la villa y su esposa estuvieron flanqueados por cabillas que, con sus cabriolas sobre los corceles, daban aviso a los centenares de ciezanos que aguantaron el calor para disfrutar del desfile.