Hoy la historia es bien distinta y bien lo sabe el ciezano de a pie, el ciezano católico, el ciezano cofrade y el ciezano a secas. Ayer todos ellos se encontraron en las angostas y añejas calles de nuestra localidad pero juntos a ellos estaba la mujer fervorosa, el adoquín en el que aun la cera hace de fuente de la que emanan recuerdos, el Cristo que solo sale de año en año, la Inmaculada que implora ante la Sagrada Custodia, el niño que no sabe que es lo que se va en el trono, el cura cincuentón , el hombre de traje y el niño de comunión.

Ayer todos salían a la calle por un porqué, el porqué era el motivo del Ser Cristiano, Jesucristo. En la jornada dominical de ayer nuestra localidad celebró la Festividad del Corpus Christi como ya es tradicional sacando en procesión al Santísimo, procesión que se inició cuando a las ocho de la noche desde las naves basilicales hacia su aparición el trono procesional que portaba al Santísimo.

Durante su caminar por nuestras calles Jesucristo no estuvo solo en su cortejo, aquellos que meses antes lo llevaron en su Entrada en Jerusalén, en su Prendimiento, en su muerte y en su resurrección volvían a presentarlo al pueblo esta vez glorioso y triunfante, a ellos en la calurosa tarde de ayer domingo se sumaron los niños y niñas que hace unos meses , semanas o días lo recibieron en sus diminutos e inconscientes cuerpos, los niños de comunión, y junto a ellos todos y cada uno de los estandartes de las cofradías tanto penitenciales como de gloria de Cieza, desde San Bartolomé hasta Ánimas, estandartes y guiones dispuestos de uno en uno a lo largo del recorrido procesional. Tampoco falto a su cita con Jesucristo la Corporación Municipal, no de pleno, pero si bien representada por nuestro alcalde, los concejales de turismo y cultura y la concejala de comercio y Artesanía, estos a su vez acompañados por los presidentes de las dieciocho cofradías ciezanas, San Bartolomé, Cristo de Medinaceli, la Adoración Eucarística de San Joaquín y el presidente de la centenaria Junta de Hermandades Pasionarias.

A todo lo dicho anteriormente se quiso sumar Cieza y sus gentes, las cuales quisieron ser participes de la procesión eucarística por antonomasia de la localidad, abarrotando más de lo habitual las calles por las que la Sagrada Custodia hizo su recorrido, recorrido que conto con la excepcional presencia de una estrella radiante de esplendor que entre el castillo y la Atalaya vive y que por estas fechas anda anunciando su patronazgo y su próxima Coronación Canónica, nuestra patrona la Santísima Virgen del Buen Suceso, la cual y de forma extraordinaria estuvo dispuesta sobre su trono dorado en una de las puertas laterales del Convento de San Joaquín, formando la talla parte del altar que la Junta de Hermandades Pasionarias dispuso para la ocasión .La presencia de la patrona hizo que por un lado los curiosos se acercaran a ver que había en ese lugar y por el otro lado los devotos de la imagen que se apresuraron a contarle sus cosas o simplemente a visitarla y emplazarse con Ella hasta su bajada en septiembre. No fue este el único altar que a lo largo del recorrido se pudo ver, pues fueron casi un total de quince los altares que tanto particulares como cofradías instalaron para el paso del Santísimo.

La nota musical a la procesión la puso la Banda Municipal de Cieza, la cual acompaño el cortejo interpretando exquisitamente marchas pasionarias como La Madrugá, Mediatrix Omnium Gratiarum, Crucifixus, Hossana in Excelsis o lo que se ha convertido en el himno del día, la marcha procesional Triunfal.

El Santísimo hacia su entrada cuando las agujas del reloj del campanario de la Basílica de la Asunción rozaban las diez de la noche. Acabando la procesión de las procesiones…

Gloria a Cristo Jesús, cielos y tierra, bendecid al Señor, honor y gloria a Ti…