Logo
Twiter Facebook Meneame
Sabado, 20 de Abril del 2024
Saturday, 17 October 2020

El Viaje (Final) a Ninguna Parte. La Vida avisa: toca aniversario

Rate this item
(3 votes)
Bartolomé Marcos Bartolomé Marcos

CLR/Bartolomé Marcos.

El grupo de Literatura de la Sierpe y el Laúd es un colectivo literario y humano del que formo parte desde siempre (es decir, desde su nacimiento, del que ahora se cumplen 40 años, que no es moco de pavo, ¿verdad?). Y orgulloso que me siento de ello.

Los “sierperos”, el grupo de la Sierpe, como abreviada y coloquialmente solemos referirnos a él, es un grupo alimentado y construido a base de libros, amistad y cervezas, golpe a golpe (y valgan todas las acepciones para esa palabra, incluso las más tabernarias y goliardescas)…

 

La nuestra ha sido siempre una búsqueda incesante de la palabra en su encarnadura viva, es decir, de la palabra entretejida en carne humana, hecha pulso, sangre, sabor, sudor, dolor y aliento, arma arrojadiza si se tercia, y fuerza de amistad. Es lo que siempre hemos intentado y perseguido…calor humano, emociones y vida, incluso en estos tiempos de forzado, forzoso, hosco, desabrido y antipático distanciamiento…Tiempo de crisis, postrimerías y apocatástasis, pero buen tiempo, no obstante, para la literatura, aunque ansiamos, lógicamente, lo que no tenemos, es decir, un poquito más de libertad. Sí, por favor…

 

Aunque los seres humanos solemos ser ombliguistas en mayor o menor medida y tendemos a verlo todo en clave antropocéntrica, 20 años -dice el tango- no son nada en sideral perspectiva. Dos veces 20, o sea 40, que son los que ahora cumplimos, tampoco. No sé si nos quedarán muchos aniversarios por celebrar si hablamos exclusivamente en clave de supervivencia personal. Creo que no, siendo realistas. Pero la Sierpe es un grupo humano que ha pasado por avatares, incidencias, experiencias varias y diversas, que amplió el grupo primigenio constitutivo a partir de la semilla preciosa de El Caimán, que nació, creció, tuvo hijos, incluso hijos pródigos que por circunstancias diversas nos abandonaron y otros que se prodigaron por ella y con ella, adherencias, querencias y hasta excrecencias, aburrimiento y pasión en la vivencia común, amigos leales y enemigos incluso virulentos, de esos que odian sin saber muy bien por qué…y que también se ha dejado jirones de sí misma en el camino, con mucho dolor, algo que nos ha hecho crecer, por dentro y por fuera… Hemos sufrido la pérdida y soportado el duelo. Nada ajeno a la vida misma, ¿verdad? No obstante, 40 años pueden parecerse a la inmortalidad…Aurelio Guirao, Manolico Dato, o el precursor Jesús Alejandro Salmerón nos contemplan quizá sub specie aeternitate y siguen vivos aquí y ahora. Así que Sierpe fuerte, Sierpe grande, Sierpe inmortal (al menos, camino de eso lleva…) El grupo no se puede explicar ni entender sin ellos, sin Aurelio…sin Manolico Dato…sin Ángel Almela…sin mí, ¿por qué no?…sin todos los que han sido, somos y serán, porque el capital humano siempre ha sido el más importante de un grupo concebido desde las afinidades electivas que son propias de la amistad irrepetible de cada uno y con cada uno, y de cada uno con todos y con todas.

 

Dejó escrito Shakeapeare aquello de que “la vida es un cuento, contado por un idiota, lleno de estrépito y furia, sin ningún significado”. Y en eso estamos, en eso seguimos, en eso estoy, en eso sigo. Se va la vida como sueño y permanece el cuento, inmortal, hecho también de la sustancia de los sueños, entretejido, impregnado en cordial y cardinal memoria. Ahora que estoy casi desnudo, me queda la aldea…la Sierpe y también el Laúd, aunque más la primera que el segundo son mi confortable refugio para este tiempo áspero, la frágil e incierta pero acogedora canastilla de Moisés que nos mece y nos acuna. La Sierpe es quizá mi única oportunidad para darle esquinazo al olvido…yo, una persona tremendamente individualista, casi solipsista, cariñosamente cobijado y arropado por el colectivo en el que seguramente sobreviviré. Y es que en el seno generoso, acogedor, blando y muelle de la Sierpe estamos cómodos, a gusto. El Nóbel de Literatura 2020 ha recaído en la poeta estadounidense Louise Gluck, poeta sencilla de la cotidianeidad y de la infancia, que ha dejado escrito que “es tan obvio que escribir poesía es lo más milagroso que se puede hacer que tengo que recordarme a mí misma que no todo el mundo en el mundo quiere ser poeta”. En la Sierpe muchos han querido ser poetas y algunos y algunas lo han sido y lo son. Siempre hemos tenido una debilidad especial, una propensión declarada hacia la palabra poética. Basten tres nombres para subrayarlo: Aurelio Guirao, Manuel Dato, Ángel Almela. Y dos más para confirmar la vocación: Isabel Mascuñán y María Marín. El de la poesía, la palabra esencial en el tiempo, ha sido siempre, sin duda, nuestro buque insignia, pero no se agota en la poesía nuestro equipaje de amor para la tierra; ninguna forma de expresión literaria nos ha resultado ajena, como nada humano nos ha sido ajeno tampoco. A través de la Sierpe, en estos 40 años, hemos acercado la voz de muchos poetas, algo que atestiguan bastantes de las 53 publicaciones que el grupo ha sido capaz de editar y poner en manos de los lectores en este tiempo...

 

Estamos de fiesta, de aniversario, de celebración (hasta donde el adversa fortuna nos lo permite) y agradecidos porque la vida nos ha dado oportunidad y ocasión de vivir un décimo aniversario, un aniversario vigésimo y ahora nada menos que un cuarenta aniversario. Difícil será un cincuenta e imposible un sesenta. No, nosotros no (y hablo por mí al menos) pero este proyecto ilusionado e ilusionante de la Sierpe y el Laúd, que ha ido fraguando en rocosa y resistente argamasa hecha a base de amistad y de cervezas (repito esto porque es importante y sustancial), sí que puede seguir por muchos años aún vivo. Esa es la fuerza sublime del colectivo.

 

Así que en este tiempo infausto en el que tanto se habla de memoria, yo quisiera referirme a un tipo de memoria muy especial, la memoria del corazón, porque es que, no sé si lo saben, pero el corazón tiene memoria y recuerda, y la Sierpe tiene un corazón grande, vivo y palpitante. Por eso estos 40 años de la Sierpe son cuarenta años de Literatura, Amistad y Vida y están y estarán inscritos para siempre en nuestra memoria del corazón.

AGENDA CULTURAL

VÍDEO DESTACADO
FOTOS DENUNCIA
Envíanos tus fotos y las publicamos...
Más información de interés
  • Farmacia de Guardia Farmacias

    Información sobre horarios y días de apertura de las Farmacias de Guardia en Cieza

     

  • Cartelera Cartelera

    Información semanal sobre la cartelera del cine de Cieza. Auditorio Aurelio Guirao.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

© Cieza en la Red · Diseño: Airearte