Esto en lo que corresponde a lo avanzado en los artículos anteriores. Quedarían por distribuir 4 concejalías, que tal y como yo lo veo en mi bolica de cristal –y a expensas de que pudieran concretarse de uno u otro modo las candidaturas todavía por determinar- podrían repartirse de la siguiente manera: Ciutadans, 1 concejal, Podemos (o la correspondiente agrupación de electores bajo la denominación que se estime conveniente), 3 concejales. Entiéndanme, insisto en que esto sólo es hablar por hablar, aunque yo me atrevería a apostar por mi propio pronóstico, ahora que se apuesta por todo en este inmenso casino en el que se ha convertido España o lo que va quedando de ella.
Por un lado parece que Unión, Progreso y Democracia, el partido de Rosa Díez, ha empezado a ser historia en Cieza antes de haber sido realidad. Buena parte de sus voluntariosos integrantes se pasaban recientemente a otro de los partidos de moda, el impronunciable (para Carlos Floriano) “Ciutadans” de Albert Rivera, una franquicia catalana que, como su candidato, cae bien en el conjunto de España, más aún desde que su líder le salió respondón al jefe del clan Pujol en su comparecencia para dar explicaciones sobre el origen de su fortuna en el Parlamento catalán. Esa simpatía hacia Albert Rivera podría presumiblemente traducirse en que entre 600 y 800 votos de otros tantos ciezanos se fueran a respaldar la candidatura en el ámbito local de “Ciutadans” o de los “Ciudadanos”.
Pero, si ha habido un elemento de referencia en estos cinco artículos dedicados a sondear en clave buen rollito las expectativas electorales de cuantas formaciones pudieran aspirar a obtener el favor del pueblo en las próximas elecciones del pueblo, es decir, en las municipales de mayo, ese era el factor personal, el factor humano. Las ideas y los programas serán muy importantes, sí, pero, en buena medida, de las personas que vayan a aplicarlos deriva que los electores se los crean o no...y por lo tanto, que los voten o no. Y aquí es tanto más trascendente ese aspecto porque se trata de personas que son de aquí mismo y cuya vida, ocupación y trayectoria, conoce directamente buena parte del cuerpo electoral. Es decir, que aquí nos conocemos todos. Y si es fácil hablar de corrupción generalizada de la clase política, o de la casta, como otros gustan de decir, resultaría notoriamente injusto e injustificado atribuirle esa condición (la de corruptos) a quienes hasta ahora han asumido la responsabilidad de representar a sus respectivas formaciones políticas como cabezas de lista y candidatos por tanto a la alcaldía.
A estas alturas, los candidatos conocidos son “buena gente” y gente de buen nivel y capacidad suficiente. Y llegamos aquí a un punto de mayor política ficción aún, en el que hay que especular sobre quiénes podrían ser los candidatos. Ya dije quién me parecía persona adecuada para asumir esa responsabilidad en el P.P. Seguro que no van a hacerme caso. En lo que concierne a Ciutadans Cieza me atrevo a pronosticar que el candidato – que tendrá que surgir de un proceso de primarias- podría ser el abogado Oscar Verdejo y en la agrupación de electores vinculada con Podemos, que también tiene programado un proceso de primarias, hay también evidentemente buenas y preparadas opciones personales, muy buena gente, y se me ocurren al menos tres nombres: Miguel Gual López, jubilado en muy buen estado de conservación física y mental, persona de amplia y exitosa trayectoria en la gestión educativa, Ángel Almela Valchs, maestro que se jubilará próximamente y podrá aportar por tanto dedicación a la tarea de la cosa pública aprovechando también su brillante trayectoria en la gestión cultural popular en un grupo como “La Sierpe y el Laúd” y José Ángel Almela Lucas, joven e inquieto arquitecto ciezano, hijo del anterior. ¡Venga!. ¡Vamos todos p´allá!