Preguntado el responsable de la hecatombe, este primero niega que se trate de una hecatombe. Después, cuando los peces muertos ya no caben en las playas y el agua parece más petróleo que agua, busca a diestro y siniestro con quien compartir las culpas. Y acaba por intentar echarle el muerto encima a otros, que él no ha hecho absolutamente nada.
Y ese es el problema: que el gobierno regional, el responsable del desastre, no ha hecho prácticamente nada. Nada salvo ignorar primero y derogar después la antigua ley regional de defensa del Mar Menor, cosa que sí hizo con suma diligencia cuando, hace ya veintiséis (26) añitos entró en el poder. Y son muchos años sin hacer nada.
Permitió el gobierno regional la conversión del Campo de Cartagena en una inmensa huerta trabajada con métodos absolutamente irrespetuosos con el medio ambiente (aunque sumamente beneficiosos para las empresas cultivadoras). Permitió la instalación masiva de regadíos ilegales, sabiendo de su existencia y haciéndose el sueco a pesar de las múltiples denuncias presentadas, a las que no dio curso. Permitió la construcción masiva a lo largo de toda la costa interior del Mar Menor. Permitió la construcción y uso de desalobradoras ilegales y de sus correspondientes circuitos de tuberías, aunque conocía a la perfección dónde estaban instaladas y a quiénes pertenecían. Permitió que las explotaciones agrícolas legales e ilegales cambiasen los cursos naturales de desagüe de las aguas de lluvia, provocando inundaciones repetidas y recurrentes en todas las localidades de la costa interior del Mar Menor. Miró hacia otro lado cuando aparecieron las primeras señales del desastre, llamando traidores y malos murcianos a quienes denunciaban la inminencia de la catástrofe. Desoyó los consejos de los científicos, de los ecologistas, de los juristas, de los expertos en la materia para intentar salvar lo que quedaba de la laguna. Hizo caso omiso a las denuncias presentadas por la Guardia Civil y los trabajadores de Medio Ambiente. Incumplió reiteradamente las órdenes para actuar de la Fiscalía y de otros ámbitos del poder judicial. Y al final, cuando el Mar Menor agoniza, lo único que ha sabido hacer el gobierno regional es echarle la culpa a los demás e intentar rematarlo abriendo las golas para convertirlo en una charca más del Mediterráneo.
Pues al final ha resultado que sí que ha hecho cosas el gobierno regional. Aunque todas en contra del Mar Menor, cuando no decididamente para destruirlo. Y salen los líderes de su formación política exigiendo la declaración de zona catastrófica, aunque la catástrofe son ellos, y la asunción de unas competencias que ya tienen y que solo han utilizado en perjuicio de la laguna. Y en beneficio de unos cuantos, todos sabemos quienes. E intentan confundir al respetable para que el desastre que han provocado no se convierta en una nueva sangría de votos. Pretenden por todos los medios engañar a quienes han perdido sus casas, sus negocios, sus playas; pero es un engaño a corto plazo, porque si el estado interviniera en el Mar Menor inmediatamente el gobierno regional pondría el grito en el cielo por la invasión de unas competencias que son suyas desde hace décadas, pero que no ejecuta porque, simplemente, no le da la gana, ya que empresas y sectores afines (incluso personal y familiarmente) tendrían que cerrar sus explotaciones ilegales o emplear otros métodos menos rentables de cultivo, aunque más respetuosos con el medio ambiente. Y si no ejecuta las que ya tiene, que son la mayoría, ¿cree alguien que iba a cambiar su forma de actuar de tener algunas (pocas) más?
Veintiséis años en el gobierno regional, quince de los cuales (lo digo por lo de echar la culpa al gobierno del estado) con su partido gobernando también en Madrid. De hecho, hasta hace tres años. Que digo yo que si siguiese gobernando ahora mismo a nivel nacional, ¿a quién le echarían la culpa? Pues a la izquierda, como ya hicieron cuando aparecieron los primeros peces muertos. Aunque ni pinchase ni cortase en este asunto. Eso sí, el coste a nivel político ha sido tan escaso para el gobierno regional y el partido que lo sustenta que yo me pregunto si les resulta rentable enemistarse con sus clientelas empresariales y políticas para salvar el Mar Menor. Es más, los votos que han perdido han engrosado los caladeros de votantes del único partido que propone en público, lisa y llanamente, destruir para siempre este enclave haciendo que entre agua del Mar Mayor en masa.
En fin, que me da la impresión de que no hay solución. Al gobierno regional, como ha demostrado en numerosas ocasiones, el Mar Menor le trae sin cuidado, y los intereses de quienes tienen casas y negocios o disfrutaban (en pasado) de este enclave único, pues lo mismo. Con decir eso de “pío, pío, que yo me he sido” les basta como estrategia para abordar el problema.
La única, de hecho, que han planteado.
