El año de gobierno de la izquierda en Cieza que se cumplió este 13 de junio “apenas ha dado frutos” y lo mejor que se puede decir de él, según el concejal de Ciudadanos Centristas, “es que al menos ha estado a la altura mínima exigible en el traslado a nuestro pueblo de una gran empresa alimentaria, no como el anterior gobierno del PP que, con insuperable ‘tancredismo’ y ceguera política, ni siquiera se puso al teléfono y menos todavía sentarse a hablar con Vidal, pero este logro se debe sobre todo al interés de la propia empresa y a las gestiones de Promociones; luego, unos cuantos concejales, arrimamos el hombro como correspondía, faltaría más, aunque algunas chinas ha habido en ese camino”.

Para el portavoz de CCCi en el ayuntamiento, José Luis Vergara, “lo primero que llama la atención del gobierno local es su falta de estilo o sello propio, es más un gobierno de gobiernos que otra cosa. Junto a concejales ágiles, preparados y válidos encontramos también media docena de figurantes de la política que igual hilan que trasquilan, con quienes resulta muy complicado colaborar y menos llegar a acuerdos verdaderos, da igual lo que digan o lo que voten porque, generalmente, sus actos contradicen sus palabras y sus votos, se muestran estresados, con una apariencia de esfuerzo que nunca se traduce en trabajo, es decir: sin réditos en beneficio de los ciudadanos”.

“Las tres grandes obras de este año: el ribereño, la avenida con carril bici de Ascoy y la recogida de pluviales del Molino no pueden atribuirse a su dedicación ni esfuerzo porque eran compromisos anteriores, ni siquiera enteramente del PP, sólo que éste en un juego artificial de política presupuestaria logró colarlo a final de la legislatura anterior”, continúa Vergara, añadiendo que “pero que no hayan sido capaces de elaborar los presupuestos municipales, que no sepan atender pequeñas obras y reparaciones urgentes imprescindibles en muchos barrios, su incapacidad para ordenar el tránsito y la vida común en el casco antiguo, la dejadez u oscurantismo en los procesos de contratación, los inexplicables ceses, traslados y contrataciones de algunos empleados públicos, el ‘donde dije digo’ que caracteriza buena parte de sus propósitos y la hipocresía en exigirle a los vecinos una cosa y luego no hacer lo mismo cuando a propiedades y solares municipales se refiere me llevan a motejar este demasiado heterogéneo gobierno local de imprevisor e imprevisible, y eso, insisto, mientras se entretienen en que una mano le pida permiso a la otra para rascarse el cogote”.

Para CCCiezanos “la falta de un presupuesto que dé visibilidad a los medios que quieren poner, para poder escrutar la política en la que creen y las prioridades que se marcan les hace merecedores de muy poca credibilidad por mi parte y de manejar un doble rasero sin parangón cuando antes en la oposición ellos y yo recriminábamos a los populares su falta de respeto ciudadano por su tardanza en elaborar presupuestos, que es la herramienta básica municipal para decirle a la gente ‘esto quiero hacer y con estos medios cuento’, lo demás es marear la perdiz, quizá emulando a sus líderes nacionales cuya impresentable actitud estos últimos seis meses ha desembocado en unas elecciones que o bien expresan claramente una traición a la voluntad popular o bien son la prueba del nueve de la inconsistencia y escasas dotes para la política de los cuatro jinetes del apocalipsis nacional”.