La Guardia Civil ha desarrollado a nivel nacional la operación ‘OPSON III’ para luchar contra la falsificación, adulteración, venta, etiquetado, comercio o distribución ilegal de productos alimenticios y fraude económico, protegiendo de esta forma la seguridad alimentaria de los consumidores.
Para el desarrollo de la operación, en la Región se han establecido ocho equipos de inspección, compuestos por 25 efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Benemérita y 8 inspectores del Servicio de Seguridad Alimentaria de la Comunidad Autónoma Estos equipos mixtos han denunciado 22 infracciones recogidas en las leyes que regulan materias tan importantes como Sanidad, Salud Pública, Seguridad Alimentaria y Nutrición, Protección Ambiental, Industria y Tabaquismo. Además, durante las inspecciones se ha inmovilizado más de media tonelada de productos cárnicos, productos lácteos, conservas, miel, licores, harinas, salsas, etc.
La mayoría de las infracciones detectadas en las inspecciones son por carecer del preceptivo carné de manipulador de alimentos, almacenar productos alimenticios en lugares no apropiados para ello, productos que carecen de etiquetado o que presentan deficiencias en el mismo, encontrarse a la venta productos caducados y deficiencias en limpieza e higiene entre otras. Cuatro de los establecimientos inspeccionados, ubicados en Murcia, Alcantarilla y Lorca, han tenido que cesar temporalmente su actividad, por existir deficiencias higiénico-sanitarias e irregularidades en sus infraestructuras.
En estos casos, el Servicio de Seguridad Alimentaria establece un espacio de tiempo concreto para subsanar las deficiencias que, en caso positivo, se volvería a autorizar la continuación de su actividad o, si no se solucionan las deficiencias, se procedería al precinto de las instalaciones.