El día 15 de enero de hace ya dos años murió la que fue camarera de la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, me refiero a Piedad Marín-Blázquez Pérez,(Piedaita, la Niña de la trenza como cariñosamente se le conocía en nuestra ciudad). Fue durante más de cuarenta años camarera de esta imagen tan querida para todos/as los ciezanos/as, así como la primera mujer que perteneció a la Junta de Hermandades de Cieza y heredera de una gran tradición familiar en torno a esta imagen y a otras de nuestra semana santa ciezana.

Yo, al nacer y criarme en el barrio antiguo de Cieza, en la calle Cartas, he podido de primer grado vivir y ver como se han preparado las imágenes de nuestra semana mayor de una manera muy especial adentrándome de forma privilegiada en este mundo al que adoro, añoro y defiendo como el primero, pues de tradición me viene todo lo que sé, de primera mano y de mano de aquellas personas con las que he convivido tanto en mi calle como en este barrio, origen de nuestra Cieza donde familias durante siglos han dedicado su tiempo a hacernos llegar a todos esta gran semana mayor que hoy en día tenemos como un tesoro a preservar, guardar y transmitir a otras generaciones de ciezanos.

En Cieza, la imagen del Santísimo Cristo del Consuelo, antes del Calvario, desde el siglo XVII, es la más querida, rezada, admirada, sentida y difundida y de mayor devoción entre los ciezanos/as. Auténtico vertebrador de nuestra semana santa. La imagen actual es del siglo XVII, 1.612, recibía culto y estaba ubicada en la ermita de la Reja de Caravaca de la Cruz. Fue traído a Cieza por las gestiones realizadas por el entonces presidente de su cofradía el ciezano D. Antonio García Salmerón, año 1.940, a cambio de un Sagrado Corazón de Jesús, que con el paso de los años actualmente se conserva en la ermita del Santo Cristo, vino a Cieza con motivo del Año Santo de 2.012 y aquí se quedó.

La primitiva imagen del Señor del Consuelo fue destruida el día 28 de agosto del año 1.936 con todas las imágenes que habían en la ermita, entre las que se encontraban las dos imágenes de la Patrona de Cieza, la Virgen del Buen Suceso. Sólo se conservó de la antigua imagen del Señor del Consuelo los restos de sus clavos calcinados regalados en su día por la familia Jordán, grandes devotos de esta imagen.

La imagen según las investigaciones del erudito e historiador ciezano D. Alfredo Cano fue realizada en el siglo XVII, en 1.612 por Cristóbal de Salazar, e hizo (a saber) tres imágenes del Crucificado: la que estaba en Cieza, la que recibía culto en la ermita de la Reja en Caravaca y actualmente se encuentra en Cieza, y otra que se conserva en la sacristía de la iglesia de San Miguel en Murcia capital, junto al Palacio de San Esteban.

Nos presenta esta imagen a un Jesús justo después de la lanzada y justo antes de morir, nos muestra esta imagen en su conjunto la pronta resurrección vista desde el mismo "árbol de la cruz", un cristo moribundo, de su cruz salen unas potencias o rayos que simbolizan la no muerte del que está ahí clavado, es el Espíritu Santo el que se encarga de ese cuerpo inerte, ensangrentado, humillado.

Va clavado a una cruz dorada, simbolizando el trono donde reina el Redentor, que es su cruz, triunfo del mal, salvador del mundo. Cristo no se bajó de la cruz, se aferró a ella para darnos la vida eterna a todos. Él reina desde su cruz. Es un cristo que ha vencido a la muerte, y su rostro no figura dolor alguno, es un rostro sereno, lleno de paz, de consuelo, de eterna dulzura.

Posee reminiscencias del crucificado románico, el más patente es el famoso faldón o "tonelete" que se aferra y cuelga desde su cintura hasta las rodillas. Los "toneletes" en esta imaginería significan realeza, majestad, un ser especial o dotado de divinidad. Acompañan al crucificado en este trance del Calvario tres ángeles que significan que Dios no dejó solo a su Hijo en su pasión ni en su muerte, lo acompañó sacándolo del martirio y de la ignominia de la muerte sufrida. Sobre su frente la corona de espinas, dorada, regalada en su día por el matrimonio compuesto por D. Juan María Marín-Blázquez Jaén y Dª. Antonia Pérez Gómez, padres de Piedaita.

Los toneletes que posee el Señor del Consuelo son muchos, de varios colores y ricas telas entre los que destacan los bordados en hilo de oro fino sobre terciopelos de color rojo, agranatado o morado, destacando los siguientes:- tonelete bordado en oro regalado por Dª. Ana Talón Marín-Blázquez, en el siglo XIX; bordado por la hermana Guadalupe del Convento de Clarisas de Cieza. Tonelete bordado en Sevilla en 1.913 regalado por Dª. Remedios Buitrago esposa de D. Manuel Marín Blázquez de Castro. Tonelete bordado en oro sobre terciopelo rojo, regalado por Dª Adelaida Marín Camacho en memoria de su madre, realizado por las Hermanas Justinianas de la Madre de Dios en Murcia, trabajo hecho en los años setenta del pasado siglo XX. Tonelete regalado por Dª. Josefa López Gómez y familia, realizado por los talleres La Egipcia de Murcia a principios de este siglo XXI, bordado en oro sobre terciopelo granate. Tonelete realizado por las ciezanas Dª. Pilar Rodríguez, Dª. Carmen García Gómez y Dª. Isabel Angostos, estrenado en el año 2.012, con motivo del Año Jubilar, estrenado el día 3 de mayo de aquel año. Tonelete bordado en oro sobre terciopelo morado regalado por D. José Antonio Fernández Salmerón, estrenado hace muy pocos años. Tonelete con aplicaciones de plata y oro sobre terciopelo granate regalado por D. Mariano García López. Tonelete llamado el de "las medallas", traídas de Orang, estrenado el día 3 de mayo del 1.896, regalado por Dª. Pilar Santos.

Entre los toneletes brocados destacan: tonelete de terciopelo genovés de color granate, del mismo tejido del manto de la imagen de la Stma. Virgen de los Dolores de Cieza, (el manto de la Virgen es de color azul), realizado en 1.888 por Dª. Amparo Perona, que también hizo el manto a la Virgen de los Dolores de Cieza, regalado tanto tonelete al Santo Cristo como el manto a la Virgen de los Dolores por su entonces camarera de las dos imágenes Dª. Luisa Fernández de Castro.

Otros toneletes fueron regalados por el Rvdo. D. Pedro Marín Martínez, sacerdote de Cieza, gran devoto del Señor del Consuelo, por D. Jesús Castillo Oliver, D. José Perona, Dª. Pilar Santos, Dª. Pilar García Jaén, Dª. Antonia Gabaldón, D. Juan María Marín-Blázquez Pérez, D. Antonio Jesús Yuste Navarro, Dª. Mª. del Carmen Marín Ato, los hermanos Manuel Eloy y María Antonia Semitiel López, estrenado el 3 de mayo de 2.015.

En todos los toneletes va mucha devoción, cariño, respeto, súplicas, oraciones, van alegrías, sacrificios, entrega...., en ellos va todo el cariño de todo un pueblo que demuestra así su devoción al Cristo de Cieza.

En el Santo Cristo de Cieza durante siglos se ha confiado nuestras cosechas conjuntamente con nuestro patrón San Bartolomé, se ha sacado su imagen en rogativas, pidiendo la bendición del Cielo para que este pueblo nunca pasara hambre. Se ha pedido la poderosa intercesión tanto de nuestros Patronos como del Señor de Cieza para que cesara calamidades de plagas, epidemias (cólera, tifus...) que tanto en el siglo XIX como en el pasado siglo XX nos han acechado.

Las poesías a su imagen se cuentan por cientos, también hermosas partituras musicales de belleza sin igual para plasmar en ellas toda la carga devocional de todo un pueblo que mira a su imagen en momentos de dolor, de angustia, de pánico o también de alegría, cuando se inauguró en el año 1.929 el Mercado de Abastos en Cieza. A él se dirigen nuestras súplicas por nuestros difuntos, en él se depositan los secretos de todo corazón ciezano ante momentos duros de la vida, nuestras alegrías también son suyas. Sería interminable este artículo también si sigo hablando de él.

Sus andas fueron realizadas en los años 1.874-75 por Pedro Herrera y Juan Moreno bajo el diseño de D. José María Punisse. Fue dorado por D. Ignacio Amoraga Latorre y restaurado en el año 2.003 por el escultor ciezano y restaurador D. Bonifacio Pérez Ballesteros, consiguiendo un trabajo de lujo, sus tulipas rojas son únicas en nuestra semana mayor, los ángeles que lleva el Señor fueron realizados por D. José Sánchez Lozano en el 1.940.

Son famosos sus novenarios, donde se cantan las cinco llagas con plegarias del siglo XIX, de gran belleza, y que no decir del ciezano día de la Cruz, el Cristo es llevado por su pueblo bajo un manto constante de pétalos de rosas. El Cristo huele este día a lentisco traído del Madroñal por Guillermo, huele a rosas de la huerta, y a los ciezanos amariles atrompetados de belleza singular, tan nuestros, tan de nuestra huerta.

Termino con una poesía de las tantas que tiene el Santo Cristo, es del año 1.935, escrita por D. León González y dice así:

Arde a tus pies una hoguera

cual un corazón de llamas,

cuyo fuego cauteriza

las heridas de tus llagas;

es que los pechos ciezanos

abrasándose en tu amor

funden hoy sus corazones

en un solo corazón.

Así es el día de la Cruz en Cieza.

Dedicado a mi tío Santiago Herrera Hortelano, andero del Santo Cristo y el hermano más antiguo de la misma. A sus más de 90 años sustituyó a su padre en la vara del trono del Señor de Cieza, ahora sigue su hijo Pepe, mi primo, siendo ya tres generaciones de esta familia sacando sobre sus hombros a la más grande devoción de nuestro pueblo. A él la gloria y todo honor, a sus anderos el orgullo de llevar sobre sus hombros lo más grande que Cieza tiene de generación en generación hasta que quede un solo ciezano. Al cielo con él!!.