Son las 21:37 horas de un día cualquiera del verano. El sol apenas se distingue ya por el Almorchón, solo consigo distinguir la silueta de la Olmeda del Maripinar. Un gato está plácidamente tumbado encima de un terreno sin arar. Es la viva imagen de las plácidas noches de verano. Mientras, en uno de los caminos de la Atalaya, un hombre mira con cierta nostalgia al frente. Quizá no sea de esta tierra, pero lo que es evidente, sus ojos así lo cuentan, es que Cieza irá allá donde vaya él, al menos hasta que vuelvan a reencontrarse, quizás el próximo verano, pero, hasta entonces, solo queda disfrutar de un año de cojones.
Los docentes tenemos la costumbre, buena o mala, según se mire, de encuadrar el año de septiembre a septiembre. Así que yo, como docente que soy, aunque sin ejercer, también enmarco mi año de uno en uno de septiembre y, la verdad, creo que este año va a ser un año de cojones para los ciezanos.
La llegada de la lluvia anuncia la proximidad del otoño. No sé que me deparará, pero lo que sí sé es que este año promete, y no poco, para los ciezanos. Los habitantes de esta bella tierra, cercana al Paraíso, al igual que el resto del mundo, o gran parte de él, hemos perdido el miedo a la COVID, hemos vuelto a conquistar las calles, a vivir nuestras fiestas grandes y a olvidarnos de posibles cancelaciones, restricciones y todo ese vocabulario que tanto nos jodió durante un tiempo. Ahora es época de volver a vivir y volver a disfrutar de lo que tanto nos gusta y, la verdad, este año tiene pinta de que va a ser trepidante. Dos de los principales motores de la sociedad ciezana, cofradías y política, vivirán meses trepidantes. A eso deben sumarle que no hay que quitarle ojo al sarao incomprensible que tienen montado en San Bartolomé. Todo por querer SER en lugar de SUMAR. Veamos caso a caso.
¡Cómo no! Comenzamos con la Semana Santa. En el horizonte se vislumbran unas nuevas elecciones en Cánovas del Castillo, número 7. Tras la Semana Santa – aunque en ciertos círculos cofrades se habla de un posible adelanto electoral- se volverán a convocar elecciones para designar a la persona que deberá guiar a la familia cofrade. No parece que vayan a haber grandes sorpresas y, si las hay, es porque Joaquín Gómez decide bajarse del barco y hacer bueno el refrán que dice: “Una retirada a tiempo es una victoria”. Tras doce años en el cargo, afronta la recta final de esta legislatura con más dudas que certezas, dudas sumadas a las ya aparecidas a lo largo de esto dos años. La delicadísima situación económica de la Junta, una banda sonora del Prendimiento que ha salido con varias sorpresas, dos muy desagradables (composiciones de más y malentendidos varios) un cierto inmovilismo en la Semana Santa de la pandemia – salvada sobre la campana por cierto concejal- y una renovada junta directiva, que no termina de cuajar a ojos de los presidentes, pueden pesar mucho sobre la decisión, o no, de volver a presentarse o hacerse un lado y que otro venga a alcanzar el objetivo dorado, y superfluo, de la internacionalidad. Además de estas elecciones, el año transcurrirá con varias procesiones extraordinarias, las cuales comenzarán en octubre con el Ecce Homo, continuarán en noviembre con el Cristo de Ánimas y finalizarán, de momento, con una nueva procesión del Nazareno allá por las postrimerías de noviembre, pero, sin lugar a dudas, y en lo referente a lo patrimonial, el plato fuerte se prevé que haga acto de presencia la tarde previa al pregón, cuando la Cofradía de la Samaritana presente el paso del Santo Entierro, uno de los proyectos más esperados, quizás de la última década, entre la familia cofrade ciezana. En manos de su autor, Antonio Jesús Yuste Navarro, está que lo veamos, o no. Por cierto, desde aquí lanzo un alegato para que se haga justicia con Alejo Lucas y, por fin, sea nombrado pregonero de la Semana Santa. Es inexplicable qué, a estas alturas de la vida, haya sido Embajador Moro de las Fiestas del Escudo, presentador del Festival de Folklore y otras tantas cosas y, sin embargo, pese a su posición de ‘’periodista conocido’’ y cofrade desde la cuna, a nadie, con poder de decisión, se le ha ocurrido que, quizás, sería un grandísimo pregonero. Desde aquí mi apoyo a su candidatura.
Si el panorama en las cofradías es la mar de entretenido, en política no lo es menos. El próximo mes de mayo habrá elecciones y, la verdad, el panorama pinta cojonudo para unos y mortal para otros. Vendrán meses donde las espadas se pondrán en todo lo alto para intentar convencer a la opinión pública de que un color, u otro, es el mejor para su devenir. Hay un partido que viene trabajando razonablemente bien por el conjunto de la ciudadanía y otro que está un poco perdido. Cuatro años después, todavía no saben ni que mensaje lanzar ni como conectar con la sociedad ciezana, pese a que desde Murcia, de vez en cuando, llega un refuerzo para intentar salvarles la cara. Quién sabe si será suficiente. En la bancada popular se espera, tal y como declaró hace unas semanas Joaquín Segado a La Verdad, que, antes de Navidad, se conozca el alcaldable azul para las próximas elecciones. Las opciones son dos: Manolo o María – esto no lo digo yo, lo dicen muchos círculos políticos- o la más que inesperada aparición de Miriam Guardiola como la verdadera renovación del PP en Cieza. Veremos. En la bancada socialista, la única duda es si Pascual repite o deja su sillón a María Jesús. Este está siendo un cotilleo que, la verdad, se lleva escuchando tiempo en los bares de Cieza. Eso sí, parece que la victoria será clara y, si no, la estrategia ya está en marcha. Así, veremos como en los próximos meses la máquina de cortar cintas de inauguraciones se pone a funcionar a todo trapo. El Colector de Ascoy, el Puente del Jinete, la pista de atletismo, el comienzo de las obras de la Casa de la Encomienda, el arreglo del Camino Murcia, la ampliación del Puente del Asensao, la vuelta del Bus Urbano, el arreglo de parques y jardines y alguna que otra sorpresa irán agitando el avispero de votos hacia el lado socialista. Respecto al resto de partidos, mantengo lo que dije hace unos meses: Ciudadanos desaparecerá del mapa – sorprendente que su número 1 no acudiera al pleno más importante del año, el de Presupuestos- VOX se desinflará, toda vez que su líder no cuaja, e IU será una incógnita ante la más que previsible retirada de Paco Saorín. El resto, nada.
Como ven, será un año de cojones donde no nos aburriremos absolutamente nada. Si parpadeas, te perderás algo de jarana, así que tú verás.
Os espero en quince días, mientras sigo observando la vida.
