El día de las elecciones municipales y autonómicas, el próximo 28 de mayo, se va acercando. A nivel autonómico todo parece más o menos decidido: solo falta saber si el Partido Popular conseguirá o no la mayoría absoluta, pudiendo de conseguirla o situarse cerca gobernar sin tener que firmar una muy incómoda coalición con la extrema derecha.
A nivel local la cuestión, nunca mejor dicho, va por barrios. Ya sabemos que en el ámbito municipal las ideologías no importan tanto, sino la capacidad de gestión y las ideas que para mejorar nuestra vida diaria ofrezcan los diferentes candidatos.
La experiencia es un grado. Y la eficacia otro. Y ambas son las que presenta el PSOE como aval para pedir el voto de los ciudadanos y ciudadanas de Cieza. De hecho, su candidatura presenta cambios mínimos con respecto a la de las últimas elecciones municipales. Las encuestas que se manejan en la localidad le dan al partido de Pascual Lucas una ventaja bastante cómoda, que podría rozar o alcanzar incluso la mayoría absoluta. De ahí los pocos cambios que la candidatura socialista incluye, ya que probablemente el PSOE de Cieza haya llegado a la conclusión de que un exceso de cambios podría hacer creer a los votantes que, o bien no hay unidad en el partido, o bien se desea cambiar el rumbo de lo hecho hasta ahora, reconociendo implícitamente que no se ha actuado adecuadamente. Ya sabéis: virgencita, virgencita…
Por su parte el Partido Popular inicia la carrera electoral de mayo desde una posición menos ventajosa. La crisis de la formación en la ciudad ha hecho que ningún candidato repita en las últimas convocatorias electorales. El último episodio tras la dimisión de Manolo Egea se cerró con la creación de una gestora que ha nombrado como nuevo candidato a la alcaldía a Tomás Rubio, intentando aportar aire fresco al partido. El problema es que la crisis interna del PP local no está cerrada, continuando la gestora dirigiendo el día a día de la formación y sin una estructura de poder clara. Esto y la fuerza del PSOE restan posibilidades al Partido Popular, aunque está por ver el gancho de Tomás Rubio y el empuje que puede darle a la candidatura. También cuenta el PP con algunos puntos a favor, como la práctica (o segura) desaparición de Ciudadanos, cuyos antiguos votantes beneficiarían en mayor medida a la formación liderada por Rubio y le permitirían mejorar sus resultados, aunque quizás no de forma suficiente para acceder al gobierno municipal.
Precisamente Ciudadanos parece ser el principal perjudicado de las próximas elecciones. Su desplome a nivel nacional tiene su fiel reflejo en Cieza, donde probablemente perdería su representación, lo que podría suponer incluso su desaparición de la política municipal. Lo mismo sucede con Podemos, que aunque mantiene su estructura en la localidad no consigue los votos necesarios para obtener representación en el ayuntamiento.
Por su parte Izquierda Unida mantiene según las encuestas sus dos concejales, por el mismo motivo que el PSOE: su adecuada gestión de los asuntos municipales en las últimas corporaciones, en coalición o mediante pactos con los socialistas. De hecho, IU capitaliza el voto más izquierdista de la localidad en detrimento de Podemos, aunque esta dispersión en el voto de la izquierda tiene como consecuencia una menor representación municipal de la que podrían conseguir de acudir unidos a las elecciones.
Por último Vox revalida sus dos concejales anteriores, habiendo casi desaparecido de la política municipal tras la dimisión de sus ediles en la actual corporación. La mejora de resultados que se le auguraba a la formación no parece que se vaya a hacer realidad, a tenor de las encuestas realizadas.
Resumiendo: las cosas quedan casi, casi, como estaban. Al menos si tenemos en cuenta quién puede gobernar y quién se quedará, si se cumplen las encuestas, en la oposición. Como única novedad llamativa cabe destacar la desaparición de Ciudadanos, que permitiría al Partido Popular mejorar sus resultados, aunque sin lograr la victoria electoral. El 28 de mayo veremos si los pronósticos, aquí en Cieza, se hacen realidad.