El entrevistado de este año en el especial de Semana Santa es una persona que lleva a Cieza por bandera y vive la Semana Santa con una pasión y una devoción inigualable.
Todavía recuerdo lo que pensé la primera vez que lo vi, “este chicho es enorme” y al conocerlo pude comprobar que no solo es enorme físicamente, es inmenso en ternura, en educación y es de esas personas que cuanto más las conoces más gracias le das a la vida por ponerla en tu camino.
Maestro de vocación, enseña mucho más que a leer y a escribir, enseña a ver aquellos hermosos detalles que capta con su cámara fotográfica, también cada dos semanas nos muestra un pedacito de su alma en cada artículo que escribe para esta casa, su casa.
Para muchos él es José María Cámara, para lo que tenemos la suerte y el privilegio de ser sus compañeros y amigos él es “nuestro Chema”.
Un referente
Mi abuela, Juana Campos.
Un lugar para perderse o desconectar en Cieza
La Atalaya
Un sueño por cumplir
Vivir siempre en Cieza
Todos conocemos a José María Cámara Salmerón: cofrade, soñador y comunicador, pero ¿cómo es y en que se diferencia de Chema, el nieto de Juana y que le motiva?
Yo solamente tengo una cara, soy igual con todo el mundo y sí que es verdad que he extrapolado la semana santa a mi forma de ser, yo al final lo vivo todo con mucha pasión. Soy el mismo cuando estoy en casa que cuando estoy trabajando y me gusta hacer las cosas bien. Soy muy pasional.
¿Qué hobby tienes que sea desconocido?
Me gusta mucho leer y conocer otro tipo de realidades. Quizás esa pasión de la que te he hablado antes también viene porque me gusta mucho leer sobre Andalucía, principalmente a autores como Blas Infante, Antonio Burgos o César Rina, entonces quizás esa pasión que ellos sienten por su tierra es la que me ha influenciado a la hora de vivir el día a día, pero generalmente busco la tranquilidad, y aunque se me vea mucho, donde más disfruto es en la calma y en el silencio, de echo yo soy feliz perdiéndome por la naturaleza.
Docencia, fotografía, comunicación o Semana Santa, ¿con qué te quedas y por qué?
Es difícil elegir porque al final soy José María Cámara, pero todas esas partes que has nombrado me hacen como una persona, pero sin duda alguna me quedaría con la docencia porque desde pequeño siempre he tenido el referente de mi madre que ella es maestra y yo siempre he querido ser como ella.
¿Cómo se ve José María a corto y largo plazo?
Si algo aprendí de la pandemia es a vivir el día a día, yo la verdad que planificaba mucho, pero ahora voy día a día, no tengo objetivos a largo plazo, salvo temas como la exposición que al final me obliga a planificarme. Hay una cita que tengo en mente que es “a todo lo que opto es a ser feliz y a vivir con tranquilidad”, no tengo mayor objetivo. También es verdad que tengo muy clara la fugacidad de la vida y siempre he dicho que igual que llega uno se va.
¿Cómo ha sido esa evolución de un casi niño adolescente que monta “El Guión” con unos amigos hasta convertirte en un referente de la comunicación que inaugura su primera exposición?
No me considero referente de nada, ayer había gente que me decía que parte de la declaración de internacional es mía porque siempre estoy en redes y yo les decía que al final todo esto es la suma de individualidades, es decir, yo puedo dar mucho el follón, puedo hacer muchas cosas, pero si el conjunto no suma, no suma nada, por eso no me considero referente.
La evolución se debe a la amistad, hubo un grupo de amigos que nació de las convivencias que hacía cada año la Junta de Hermandades en junio con Mari Cruz Villa Guirao como vocal de juventud y ese grupo de amigos va creciendo, vas conociendo a unos y a otros y la verdad que yo siempre lo he dicho, lo mejor de la Semana Santa es su patrimonio humano y ese patrimonio humano es el que a mí me ha cogido de una manera excepcional y me ha permitido crecer y hacer realidad esos proyectos. Yo no sería nadie sin Pascual Bermúdez que es mi gran referente en la Semana Santa, porque él era todo pasión, todo corazón y daba a conocer todo lo que sabía, y luego he tenido la suerte de tener mentores como Rafael Salmerón Pinar o Pepe Ortiz, Pepe El Zurrón en los Hijos de María, es decir, gente que ha hecho que José María Cámara de hoy pueda estar gracias a su trabajo y a que ellos en su momento me acogieron. El resto son cosas que iban saliendo, la verdad, y también es verdad que soy muy culo inquieto, no puedo estar en mi casa tranquilo porque no sé estar.
¿De dónde nace “La Pasión de la Luz” y por qué esa inspiración tan tenebrista con reminiscencias de la obra de Caravaggio?
Esa exposición nace en 2014, 2015, 2016 más o menos en estos años. Al final tengo muy buenos amigos fuera de Cieza también y con motivo del III Congreso de Internacional de Cofradías y Hermandades se hizo un reportaje fotográfico con varias imágenes de Murcia, fueron a Caravaca, a Murcia, a Cartagena, a Lorquí y cuando fuimos a Lorquí veía como Mariano Egea y Kiko Asunción que son dos fotógrafos de Murcia maravillosos ponían la iluminación y conseguían sacar tonos de las imágenes que yo no era capaz y me lo propuse como un reto.
Yo quería sumar algo a la Semana Santa de Cieza que fuera diferente, todo ese conjunto con el apoyo y complicidad de las Hermandades y particulares que no han puesto ningún problema en hacer realidad esos reportajes, pues se ha dado forma a esta exposición de seis años de trabajo silencioso y con calma para hacerla realidad.
Tú has optado por un camino quizá más difícil que el de otros jóvenes que escogen marcharse a ciudades más grandes o al extranjero para quedarte en Cieza y construir aquí tu proyecto vital, ¿por qué?
Porque no sé vivir sin Cieza. Yo no puedo vivir sin mi tierra, lo tengo clarísimo, yo llego al punto de que me voy de vacaciones y estoy dos, tres días, al tercer día digo-me falta algo- me falta mi tierra, no puedo vivir sin ella. Mi novia es de Murcia y yo voy a Murcia y me agobio, en Murcia es todo muy deshumanizado, es decir, tú vas por la calle y la gente no se conoce, va con prisa, no se para y aquí, sin embargo, sales a la calle y te saluda uno, te saluda otro, te preguntan cómo estás, esa calidez humana que hay en Cieza es sin lugar a dudas impresionante. Además, Cieza tiene un entorno que es maravilloso lo que tenemos aquí. Y luego toda la ciudad se construye alrededor de sus fiestas, de su vivir en la calle porque siempre lo digo cuando se inicia el año es navidad, cuaresma, semana santa, moros y cristianos, floración, el verano con sus atardeceres en el Muro que son para quedarse enamorado para siempre y luego a partir de ahí tenemos otra vez el otoño y vuelve a comenzar el ciclo. Cieza es una ciudad con una actividad impresionante. Yo quiero a mi tierra muchísimo.
¿Qué hizo que te enamoraras de Cieza y cómo se lo explicarías a alguien que la desconoce?
Mi abuela sin duda alguna. Mi abuela vivía en la Plaza de los Carros y al final yo me he criado en pleno centro neurálgico de Cieza y eso ayuda mucho, el ir a la Plaza de España a jugar, el Paseo, la Esquina del Convento. El poder vivir todo el movimiento de semana santa en el barrio eso es un plus y luego por supuesto mis amigos, Francisco, Alejando, Ricardo, ellos me han enseñado a querer Cieza en la noche, pero no el quererla en la noche en el sentido de salir de copas, sino en tranquilidad y en el paseo sosegado por el casco antiguo. Yo casi todas las noches salgo una hora, hora y media a andar por el casco antiguo y siempre hacemos el mismo recorrido, entonces claro al final eso suma, ese conjunto me ha ayudado a querer a Cieza, y luego lo que antes te decía, admiro del andaluz la forma de vivir que tiene y su pasión en el día a día, como quieren a su tierra.
¿Cuál es tu valoración de la Cieza de los últimos años y cómo ves su proyección de futuro?
La Cieza de los últimos años ha crecido muchísimo, somos un referente a la hora de vivir y de proyectarnos. Es verdad que el ayuntamiento lleva haciendo un trabajo muy bueno, las cosas como son, y con floración y semana santa se ha crecido, además hay una proyección tremenda en Moros y Cristianos. Es verdad que cuando hablo con la gente, subo fotos a redes sociales, la gente siempre se queda muy impactada de lo que es nuestro porque es lo que yo te digo, un atardecer en el Muro es difícilmente comparable con cualquier otro atardecer, durante la pandemia, el salir a andar por la naturaleza eso era un regalo, no es difícil querer a Cieza y no es difícil proyectar su imagen porque tenemos un producto bruto que invita a vender esa ciudad. Hay grandes retos todavía por realizar, como poner en marcha una infraestructura necesaria como el hotel, creo que el casco antiguo necesita una rehabilitación y tenemos un patrimonio museístico de una calidad inigualable pero esta como dormido, es una pena por ejemplo que la gente venga a floración y se encuentra la Casa Museo de la Semana Santa cerrada. Creo que hay algunos puntos en los que hay que trabajar en un futuro y así lo espero.
Ciezano, pero no solo cofrade. También has sido autor del cartel de las Fiestas del Escudo “La Invasión”, ¿cómo nace ese cartel y cómo se acerca alguien como tú, al que no le gusta la pólvora, a una fiesta así?
La verdad que es lo que te decía, a mí, me gusta vivir Cieza en todas sus etapas, acercándote a la realidad que hay.
Fue muy llamativo porque el uno de septiembre estaba en casa de mi abuela al filo del mediodía y Laura Villa que era la presidenta me escribió y dijo-oye queremos que hagas tú el cartel- y fue llegar a casa y empezar a esbozar algo diferente, tenía que sacar la fiesta pero contextualizarla en Cieza, y para mí lo más significativo de la fiesta es la Invasión y los más significativo de Cieza para mí es la Atalaya pues entonces lo que yo pretendí fue recrear la invasión sin que fuera en abril, sin que fuera en el contexto del Puente de Hierro, sin que en mi foto reconociera la invasión pero si la Fiesta del Escudo.
Algo que quizá se desconoce es que eres un experto en la figura de Francisco Palma Burgos, ¿qué te lleva al escultor malagueño y por qué te quedas en él?
El Medinaceli, Palma Burgos lo hizo en 1945, Pascual Bermúdez y su mujer Ana me enseñaron a interesarme por Palma Burgos, ellos hicieron un buen trabajo documental, conocían a su biógrafo Francisco Toral y ellos fueron los que me legaron ese trabajo de documentación. A partir de ahí no solo me interesó su obra sino también su persona y surgió con motivo del centenario de su muerte me llamaron desde Úbeda para hacer una conferencia contando la obra de Palma Burgos en Cieza y claro todo esto te hace investigar, hablar con unos y con otros y aumentar así mi interés por la obra de Palma Burgos.
En los últimos años hemos visto una creciente influencia de otros estilos artísticos, especialmente andaluces, en la Semana Santa de Cieza, ¿cómo lo valoras? ¿Crees que afecta a la idiosincrasia de nuestra Semana Santa?
En la región de Murcia tenemos un problema, no hay un sector o una industria que pueda surtir a las cofradías y hermandades. Cuando no tienes ese sector al final te tienes que ir fuera a buscar quien te haga ese trabajo. Estoy de acuerdo en que se vaya fuera pero siempre con unos mínimos de calidad, hace poco me decían que nadie es profeta en su tierra y es verdad porque se ha dado el caso en Cieza de que teniendo a Bonifacio se han ido a Córdoba, porque era lo mejor y a la semana el trono estaba para llevárselo otra vez a restaurar. Todo lo que sea de una calidad inferior de lo que se pueda hacer en Cieza no, hay que tener ahí un estándar de calidad.
Hay varios grupos de jóvenes que han marcado tu trayectoria: como El Relevo, algunos de cuyos integrantes tuvisteis un papel en el pregón que escuchamos hace unos días, tus compañeros de “El Guión”, aquellos que organizaban la procesión de los niños de la Cruz y actualmente Marcando El Paso, ¿qué significan para ti y cómo ha sido su evolución?
Todos esos grupos han marcado mi vida, porque El Relevo fue esa época de juventud en la que te comes el mundo, llevas la ilusión por bandera y te marcas retos y al final mi adolescencia fueron ellos, mis mejores amigos salen de ahí, eso es una realidad. Luego con el paso del tiempo vamos creciendo, vamos a la universidad, cada uno toma diferentes caminos y ahí nace El Guión, ese magnífico programa con Carmen Villa, Roque Belda, Samuel, pudimos hacer realidad, eso fue un retazo que duró seis años, todas las cuaresmas, en Onda Cieza durante una hora, fue precioso. Esa evolución a la vez está acompañada con los niños de la Cruz, del Relevo sale Roque y al final de una cosa llevó a la otra. Marcando el Paso es un nexo, es la unión de los jóvenes que tienen inquietud por la semana santa.
La música ha sido clave en tu trayectoria. Desde los minutos musicales de “El Guión” hasta el asesoramiento a cofradías, pasando por tu principal proyecto audiovisual, ¿cómo es de importante, tanto para ti como para la Semana Santa? ¿Crees que a veces se le da demasiada importancia perdiendo el foco de lo importante?
Yo creo que es la clave, esta mañana ha estado el director de una banda de Blanca que va a salir con el Beso de Judas el miércoles santo y le enseñado el recorrido, le he explicado algunas dudas y se lo decía a él, el trono se adapta ti, no tú al trono. Porque si la música falla, falla el cortejo y eso es así. Además, tenemos un patrimonio cultural que pocas Semanas Santas en España tienen. Tenemos 100 marchas propias, para una Semana Santa con 18 cofradías, y una población de 35.000 habitantes. Creo que es muy importante porque no es lo mismo que suene “Callejuela de la O” un viernes por la noche que suene por ejemplo “Mater Mea”. Cada marcha tiene su día y su momento, entonces al final la música tiene un papel muy importante en Cieza.
¿Qué obra o imagen te inspira más?
Mi Virgen de Gracia y Esperanza. Mi mundo se para cuando estoy con ella.
Directivo, cronista cofrade, periodista, fotógrafo, autor del cartel, pregonero de cuaresma, has vivido la Semana Santa desde muchas perspectivas diferentes, ¿qué te aporta cada una de ellas y cuáles son sus puntos clave?
Ser directivo me permite trabajar con personas extraordinarias que al final te hacen ver los diferentes puntos de vista de las cosas y que si lo pones en conjunto, enriquecen tanto a la persona como a la Semana Santa. Me ha permitido conocer de primera mano que la Semana Santa no es solo sacar las imágenes, sino que también es poner tascas en feria, en Floración es correr con la 10K, en navidad es vender lotería, durante el año hay actos, en fin, un trabajo que se hace durante todo el año. El tema de la fotografía me ha permitido ver la Semana Santa como yo mismo no soy capaz de verla, yo hago la foto y quizás no me doy cuenta de lo que estoy fotografiando, luego al verla me doy cuenta de las miradas que tiene la gente, de echo el año pasado cuando salió el Ecce Homo por la mañana, José Aroca y Carlos Alarcón tenían la cara descompuesta, había un sentimiento y una emoción en sus ojos que no supe ver al momento y sin embargo cuando luego la vi me di cuenta de que en ella había mucho fondo. La fotografía me permite ver otra Semana Santa alejada del primer plano, yo soy un enemigo de los primeros planos de las imágenes creo que alrededor de las imágenes hay un submundo que hay que captar. Por otro lado, el haber sido pregonero me ha permitido conocer gente extraordinaria y quizás conocer el cariño de la gente porque al final las redes sociales es la soledad, sin embargo, cuando eres pregonero la gente me paraba me felicitaba, se emocionaba, entonces es ver el cariño de la gente y que al final nosotros hacemos algo con una trascendencia que debemos cuidar.
¿Te has sentido más reconocido y valorado fuera de aquí que en Cieza?
Si, sin lugar a dudas, en Hellín cada vez que voy allí me tratan muy bien, el otro día se inauguró la exposición y vino la presidenta de la Virgen de los Dolores de Hellín, estuvo conmigo y en Cehegín este año ha sido indescriptible, un cariño, un trato. Es verdad que muchas veces me he sentido más querido fuera de Cieza que en Cieza, pero porque a mí me gusta mucho trasmitir mi pensamiento y mi realidad y eso algunas veces no gusta.
Por último, hace unos días conocimos la concesión de la Declaración de Interés Turístico Internacional a nuestra Semana Santa, ¿qué te parece y cómo crees que cambia el futuro de nuestra Semana Santa este reconocimiento?
Sinceramente el título es un diploma en la pared, si va a ver un compromiso tácito, escrito y recogido del ayuntamiento en que me diga, “como es internacional te vamos a dar 100000€ de subvención”, me parece muy bien, “te vamos a abrir el Museo de la Semana Santa de Cieza los 365 días del año o todos los fines de semana para que el turista pueda venir a conocer la Semana Santa”, lo compro, pero ser internacional para que te pongan el rótulo en el cartel o que te vayas a Fitur para presentar tu cartel no lo compro, creo que está muy bien ser internacional pero no se puede quedar ahí. La Semana Santa tiene que seguir creciendo y para ello debemos hacer Semana Santa del siglo XXI, es decir, visitas 360º que la gente pueda ver productos audiovisuales de calidad que puedan disfrutar en spotify de tu lista de producción con la música, es decir hay que ir un paso más allá. Está muy bien ser internacional porque nos confirman a los ciezanos lo que ya sabíamos, que tenemos una Semana Santa de categoría, pero hay que seguir trabajando y creciendo.