Esta semana tuve el placer de conocer a Nativel Preciado, periodista y escritora, autora de célebres libros como El santuario de los elefantes. Consta con más de 50 años de experiencia en el mundo de la literatura, ya que, desde pequeña tiene la “manía” de verlo todo plasmado en el papel para aclararse el mundo. Al escuchar la pasión y el entusiasmo con el que hablaba sobre toda su carrera tanto periodística como novelística quedé obnubilada.
Nativel, vivió desde dentro del Congreso de los diputados el intento fallido de golpe de estado protagonizado por Tejero en el Madrid de 1981, nos relató cómo en el intento de escapar del trágico suceso se vio en una habitación rodeada de hombres apuntándole con sus armas, así como su salida del mismo al entender el personal que la periodista estaba embarazada, hecho que hasta años posteriores no fue cierto.
Nos contaba también que gran parte de sus libros cuentan a pinceladas la parte de su realidad que no podía salir en los periódicos puesto que “La realidad y la ficción están tan relacionadas que los periodistas siempre estamos preparados para la literatura”.
Hace menos de un año curso en la universidad el grado de periodismo, durante estos meses cada vez que conocía a algún estudiante del grado, llegaba la gran temida pregunta, me pedían un referente del gremio, referente que todavía no había encontrado, por lo tanto, la única respuesta que podía ofrecer era la de mi pasión por la escritura desde bien pequeña y posterior causa de estar cursando periodismo. Sin embargo, si me preguntasen hoy, expondría mi admiración hacia Nativel Preciado, pues compartimos la pasión por la escritura visceral, desde dentro, sin miedo, casi al desnudo por los sentimientos. Algo muy difícil de cambiar así como en ocasiones de comprender.
Ella escribe para aclararse el mundo, y yo, para entender el mío.
