Una noche de esta última feria, mientras cenaba con amigos en una tasca de la Plaza de España escuchando de fondo a “David de María”, surgió, como muchas otras veces surge, una conversación en torno al panorama ciezano en lo que se refiere a proyectos musicales y a las “bandas”, si, me gusta más llamar “banda” o incluso mejor “conjunto”, como hacía la generación de mis padres, que “grupo”, a las personas que se unen, aportan cada una su idea y se ponen de acuerdo para crear música de forma conjunta. Manías que va teniendo uno con la edad…
El caso es que como en cualquier otro debate de sobremesa y tras la pertinente ingesta cervecera a la ciezana, cuyo nivel es conocido y por ello no me detendré a explicar, comenzaron a surgir, incluso con vehemencia y pleno convencimiento típico del que no tiene ni idea, esas expresiones que me han acompañado durante toda la vida desde que tengo uso de razón. “…es que en este pueblo no hay nada…”, “…es que los ciezanos somos muy complicados…”, “…es que los jóvenes aquí no tienen inquietudes…”, “…te vas a pueblos más pequeños y hay un montón de grupos, aquí no hay ninguno…”
Y es en ese preciso instante cuando decido quedarme callado y limitarme a escuchar. Práctica que llevo a cabo casi siempre últimamente ante cualquier conversación multitudinaria. En lugar de lanzarme a opinar sin argumentos precisos, se me ocurre ponerme manos a la obra y comprobar de primera mano cómo está el panorama musical realmente en Cieza. ¿Hay proyectos?, ¿existen inquietudes musicales?, ¿cuál es el papel de los jóvenes en este aspecto?…
Al día siguiente y ya con algunas ideas en esta inquieta cabeza que tengo, comencé lo que pensaba me llevaría terminar unos días, pero que para mi sorpresa conllevará mucho más trabajo del que creía. Durante varias semanas y con la ayuda de un montón de personas, estoy investigando en los diferentes ambientes musicales de nuestro pueblo. Unos me están resultado amables, accesibles y cercanos, otros abruptos, herméticos y desconfiados, a algunos, los menos, no he podido llegar por que de tan “undergrounds” que son, viven al margen de cualquier relación social que no tachen de consumista, materialista, capitalista y no sé cuantas cosas más… Imagino que como yo estoy dentro de ese sistema que tanto odian no les valgo como ser humano. Que tengáis suerte chavales…
Créanme, lo que estoy comprobando durante estas semanas es una muestra inequívoca de que las preguntas anteriormente formuladas corresponde contestarlas con un rotundo SI. En Cieza hay un enorme y variado panorama musical compuestos por bandas y proyectos tanto consagrados como emergentes, formados por personas de diferentes edades que se sumergen en un amplísimo abanico de estilos que van desde el rock en sus innumerables vertientes: “punk”, “metal”, “heavy”, “thrash”, “indie”… hasta la denominada “música urbana” actual: “hip-hop”, “trap”, “electro latino”…, pasando por producción, dj´s e incluso un proyecto de “sound system” en el que se trabaja el “rocksteady”, el “reggae” y el “dub” al más puro estilo Jamaica.
Tristemente, tras interesarme por cada propuesta, las respuestas obtenidas en todos los casos tenían un denominador común, cada proyecto desde su lugar está luchando totalmente por su cuenta, olvidado y sin ningún tipo de ayuda, a veces buscada y a veces no, por parte de nadie. Parece que hace cien años, pero solo han pasado 24 meses de aquella complicadísima “Feria Covid” en la que las bandas y solistas locales sacaron adelante la programación musical poniendo toda la buena voluntad y predisposición sobre la mesa. Vuelta a la normalidad sanitaria, vuelta al olvido y más absoluto.
“…Ayudar no es proponer actuar a un grupo con varios discos en el mercado y años de carrera a cambio de un bocadillo y cuatro cervezas…” me comentaba el otro día José Antonio Montiel, batería de “Velkhanos”, “La esencia de Chuki”, “Indiscretos” y “Breeze”.
En Cieza hay bandas y proyectos de toda índole. Bajo mi humilde punto de vista, lo que no hay es la infraestructura y la mentalidad para poder prestar el apoyo necesario al menos en el comienzo de dichos proyectos. Y no se trata de echar la culpa a la administración y a los políticos, que eso es lo fácil y tentador en estos casos, aunque lógicamente también tienen su parte de responsabilidad en el asunto. El problema considero que es estructural y que comienza desde abajo en las propias bandas y proyectos musicales. Hacer la guerra cada uno por su cuenta da como resultado el panorama actual. Puede que si existiera un mínimo de unión, asociación y coordinación, la cosa sería diferente a la hora de intentar mejorar. Prueba evidente y palpable al respecto es la actual gestión de las salas de ensayo ubicadas en el ahora denominado CIJOE (antigua lonja municipal). He estado allí, he preguntado y sé de lo que hablo.
Tampoco hay un mínimo circuito donde poder tocar en directo. Salvo la honrosa excepción del Club Atalaya, las fiestas de los barrios y algunas contadas y puntuales actuaciones que de forma valiente y poco rentable llevan a cabo unos pocos locales sometidos a una legislación que precisamente no ayuda a animarse a programar conciertos.
Así que tras lo comentado y como conclusión, como podré mostrarles pronto con datos objetivos, no faltan bandas y proyectos musicales en Cieza, falta todo lo demás. Falta todo lo necesario para que bandas y proyectos se desarrollen y consigan despegar. Cada cual debe asumir su parte de responsabilidad y entre todas las partes buscar soluciones.
El resultado de todo el trabajo que estoy llevando a cabo será presentado, cuando esté listo, con el fin de que exista un catálogo actualizado de proyectos musicales en Cieza y que de esta manera, cualquiera pueda encontrar de forma sencilla y en un mismo lugar, todas las propuestas musicales de nuestro pueblo. Para mi sorpresa, esto me llevará más tiempo del que pensaba debido a la enorme cantidad de propuestas de todo tipo que voy conociendo día tras día. Así que solo puedo pedirles que tengan paciencia y que intentaré que la espera dure lo menos posible.
Sean felices y hasta pronto.