No les voy a engañar, llevo unos días donde me chuto a Unamuno en vena. Su biografía me acompaña casi las veinticuatro horas del día. Es necesario conocer el pasado para no volver a caer en los mismos errores, aunque debo decirles que hay muchas similitudes en la España de finales del S. XX y la que hoy observamos. Unamuno fue un reaccionario ante las injusticias de la clase política y militar, un amante de esta nuestra tierra y un pedagogo único que, desde su bochito en Bilbao, y luego su ‘’templo de la inteligencia’’, la Universidad de Salamanca, se erigió como una de las mentes más brillantes del mundo. Sus colaboraciones con diversos noticiarios del mundo, especialmente Argentina y Francia, así lo atestiguan. Unamuno no solo es política, es una forma de entender la vida y de reflexionar sobre el presente y es que, hay diferentes formas de abordar las situaciones, a través de la primera línea o de la segunda. Ponerte de frente, o de perfil. Por lo tanto, entre el blanco y el negro hay una escala, inmensa, de grises.
Soy una persona que siempre ha creído en los proyectos a largo plazo; creo en la necesidad de madurar las cosas con la calma que aporta el tiempo, el para ayer no funciona. Es necesario detenerse para estudiar que rodea a un determinado proyecto. Llevarlo a cabo solo es cuestión de voluntad, pero también de entendimiento. Es necesario que nos paremos a reflexionar sobre si nuestro punto de vista es el correcto o si, realmente, estamos creando un universo paralelo que nos ciega la vista. Esto es como aquello de que los árboles no te impidan ver el bosque, esto es lo mismo. Al final las cosas deberán llegar, sean proyectos, sueños, ilusiones o tristezas. Pero las mismas necesitan ser valoradas, consensuadas y meditadas con extraordinaria delicadeza y tacto. No se puede decidir a golpe de impulso. Es necesario que uno mire al frente y valore la realidad que le rodea, pero, igual de importante es que conozca la opinión de los otros y evite hacer juicios subjetivos sobre una u otra cosa.
Vivimos, cada vez más, en un mundo extremadamente polarizado. O eres de VOX o de PODEMOS, o eres del Madrid o del Atlético de Madrid, o eres de vino o de cerveza, pero, entre todos esos extremos, siempre hay un término medio que grita para ser escuchado o, al menos, analizado. No debemos caer en extremismos, debemos pararnos a analizar si realmente estamos haciendo un análisis subjetivo de la realidad que ante nuestros ojos se presenta. Debemos tomarnos el tiempo necesario para tomar una decisión, pero no podemos tomarla a golpe de impulso. Al final lo que hay es un sentimiento que nos mueve a actuar de una u otra forma. Hay un sentimiento que nos lleva a enfadarnos, emocionarnos, alegrarnos y hasta llorar. Debemos escuchar a ese sentimiento, solo de esta manera seremos capaces de crear un proyecto que sea del agrado de todos los que serán partícipes del mismo.
Ya lo dijo Unamuno: ‘’Vencer no es convencer’’.
Os espero en quince días. Mientras sigo observando la vida.