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María Jesús López: «El poder sentir que estás ayudando es gratificante»

Sus ojos son vidrio puro cuando habla de su padre. En ese vidrio se refleja su corazón y es que, al igual que el eslogan de la Feria 2022  fue ‘’Con corazón’’, también podría ser, perfectamente, el eslogan de nuestra entrevistada de hoy, eso sí, habría que añadirle ‘’y con móvil’’.

De un despacho del Hospital Lorenzo Guirao, a ser, muy posiblemente, la piedra angular de la Cieza del futuro. En ella se cumple la máxima de trabajar sin horario con tal de solucionar los problemas de los vecinos. Así, pese a su temple calmado, ha pasado mucho hasta llegar a donde está, incluida una dura enfermedad.

Socialista de sangre y corazón desde su nacimiento y, desde 2015, concejala del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cieza por el Partido Socialista Obrero Español, el PSOE de siempre.

Hoy entrevistamos a María Jesús López Moreno, todo corazón y gestión.

¿Por qué del Athletic?

Por mi padre. En la época en la que mi padre jugaba al fútbol, el Athletic era un señor equipo, como ahora, pero además ganaba títulos. Por otro lado, mi padre era del Athletic y su hermano mayor, también. Y bueno, yo recuerdo, de muy pequeña, que cuando el Athletic venía a La Condomina, a jugar contra el Murcia, nosotros en casa teníamos una hucha que era para ver al Athletic. Eso se vivió en mi casa desde que tenía uso de razón y, de ahí, la afición, pero la inicial, sin embargo, cuando creces, ves el equipo, conoces la gente, vas a Bilbao y conoces la filosofía de club, pues… En efecto, todas las personas que han venido conmigo a Bilbao, o se han cambiado de equipo, o lo han acogido como segundo equipo.

¿Qué te aportan Bilbao y Cieza? ¿Tienes nostalgia de ellas cuando no estás en ellas?

Bilbao aporta el cambio. Hay una cosa que a mí me llama mucho la atención, y fíjate que llevo desde COU yendo a Bilbao. Me aporta el cambio, que las cosas se pueden cambiar, por ejemplo: Bilbao dio un cambio transcendental en el tema de parques, jardinería; que es lo que estamos empezando a hacer en Cieza. Profesionalmente, he visto mucho cambio en Bilbao. He visto como se ha convertido en un destino turístico, cuando antes era todo lo contrario por el tema de ETA; y luego, personalmente, yo en Bilbao es como mi casa. Ahí tengo, quizás, mis mejores amigas, con una relación personal muy fuerte. Yo siempre digo que a Bilbao voy a respirar, a coger impulso, porque no solo voy una vez, sino que voy hasta tres y cuatro veces al año. Me da vida. Y, Cieza, es mi casa y cuando uno está en casa está a gusto; Cieza para mí es una ciudad envidiable para vivir. Lo tiene todo. Estás a 20 minutos de Murcia y luego Cieza tiene vida, y eso es la envidia de la comarca. Pero, por otro lado, tiene un entorno natural que mucha gente pagaría por él; las costumbres; actividades todo el año etc. A mí me aporta vida y no me iría de Cieza. No entra en mi esquema.

¿Tienes nostalgia de ellas cuando no estás en ellas?

Eso tampoco. De Bilbao, durante la pandemia, sí que echaba de menos ir y, de Cieza, cuando salgo también lo agradezco, no voy a engañaros. Cuando salgo tampoco estoy deseando volver, pero sí que tengo claro que no me iría nunca.

¿Cómo es un día a día en la vida de María Jesús?

Yo tengo que ser sincera, la política te absorbe. La política municipal es, prácticamente, 24 horas, porque cuando tienes algo en mente te despiertas y  dice: ’’ no he hecho esto y mañana tengo que hacer esto o lo otro’’. Yo creo que lo que a mí me gusta de la política municipal es que es muy cercana, entonces el contacto con los vecinos es permanente, puedes estar tomando una cerveza que llega el vecino y te dice: ‘’ no es momento, pero te lo voy a decir’’ yyo lo agradezco, porque si no entiendes la política así, la política municipal, que es la que a mí me gusta, si no entiendes la  política así, tienes un problema. Tú estás aquí para servir al ciudadano, puedes estar comprando, recogiendo a la cría en cualquier sitio; entonces, no logras desconectar. A eso súmale los medios, las redes sociales etc. Por lo tanto, es muy intenso porque no logras desconectar. Recapitulando y respondiendo a tu pregunta, en mí día a día intento por la mañana dejar a la cría en el colegio, porque si no limita mucho mi vida familiar, me vengo al ayuntamiento, comienzo a trabajar, porque siempre hay cosas que hacer, a mediodía vuelvo a casa a comer, afortunadamente, y ya por la tarde depende si tengo cosas. La política local es muy sacrificada, de verdad, pero yo intento dedicarle la tarde a la cría, ir a la piscina; la vida social también me gusta. En definitiva, una vida normal, lo único que tengo un trabajo especial, que para mí es una suerte, porque me permite dedicarme a lo que me gusta, que es servir al ciudadano.

Son muchas las horas que dedicas a tu trabajo, como hemos visto en la pregunta anterior, debido en gran parte a las numerosas delegaciones que asumes, ¿crees que esto te resta tiempo para otras cosas?

Sí, sin ninguna duda, sobre todo a mi familia y mis amigos. Ya no es que haga una jornada laboral de ocho a tres, como todo el mundo, también son fines de semana, son tarde de reuniones; de visitas, hay que ir a actos. Esto se puede llevar porque es temporal, es una parte de tu vida, lo que pasa es que tienes que sacrificar también mucho tiempo que se podría dedicar a la familia o a las aficiones que uno tiene, pero, sin ninguna duda, los perjudicados son la gente cercana, como la familia y los amigos que tienen que privarse un poco de tu compañía, pero bueno, yo me lo tomo como una etapa temporal y que luego podré recuperar, aun así: intento sacar todo el tiempo que puedo para ellos y dedicárselo a lo demás, aun privándome de cosas personales.

En política, ¿has hecho más amigos o enemigos?

Yo creo que amigos, sin ninguna duda, además, buenos amigos. Hay gente que no entiende las cosas, a mí no me gusta personalizar en la política, puede ser que las decisiones no sean acertadas, todo el mundo nos equivocamos, a mí me gusta reconocer cuando me equivoco, no tengo ningún problema, pero yo creo que llevarte las cosas a lo personal es muy triste, no merece la pena porque al final, como bien decía, estamos aquí de paso, unos con más acierto, otros con menos acierto, gustará más lo que hagas o gustará menos, pero en realidad, aquí estamos para hacer una labor durante un tiempo porque tenemos un proyecto, nos han elegido para ello y no merece la pena esa enemistad personal. Yo no considero que tenga enemigos como tales. Amigos sí que he hecho a raíz de la política.

¿Política por vocación? ¿Cómo es esto? Explícanoslo.

Pues para mí, al igual que me pasa con el Athletic, mi padre para mí es mi referente y, súperorgullosa, en efecto, me emociono si continuo. Yo he vivido en mi casa como mi padre ha sido toda la vida sindicalista y también concejal, por lo que he visto como mi padre, el poco tiempo que estaba en mi casa, era de servicio al ciudadano. Podían llamar al fono a las once, podían ir a mi casa mientras estábamos comiendo y, aun así, mi padre siempre los atendía, siempre estaba intentando ayudar y la gente se lo agradecía, entonces yo lo que he vivido es eso, por eso ahora me pasa lo mismo. Es lo que yo he vivido y lo que me gusta hacer, por eso yo digo que es vocacional. De otra manera, sería difícil, si no lo sientes así, pues tiene sacrificio para dedicarte a ello. Para finalizar, mi padre es mi referente. Lo que yo hago ahora es lo que he vivido en mi casa desde que era una enana y es lo que he aprendido y lo que me gusta.

¿A qué te agarras para poder seguir adelante cuando las cosas no salen bien?

Pues a mi hija, la pobre, cuando llego así un poco fastidiada, me pregunta –mami ¿qué tal?- y le digo –regular-, me abraza y digo –ya se me ha pasado todo-. Me agarro un poco a lo bueno, tengo momentos de todo, como todo el mundo en la vida, pero  yo digo –mañana sale el sol otra vez y ya está- no queda otra porque tienes que seguir, porque estás aquí.

 La política lo malo que tiene es que tienes un tiempo limitado y ves que te falta tiempo para hacer cosas y tienes que levantarte rápido, porque si te quedas en el pozo se pasa la legislatura, y si sale una cosa mal, hay que  corregir errores, y para adelante, porque si no es muy difícil.

¿A qué tienes miedo?

¿Miedo? Miedo como tal, no lo sé. No sabría decirte, ahora mismo, por ejemplo, a que las cosas no se entiendan. En mi vida personal, pues a que a mis padres les pase algo, eso me da pánico. Sufro mucho con eso porque estoy muy muy apegada a mis padres. Además, también tengo miedo a que alguno sufra y, en política, no es miedo, es preocupación a que las cosas no se entiendan, a que se malinterpreten, a que se mienta; no es miedo, es preocupación, porque muchas veces no puedes explicar lo que tienes que explicar por qué la gente se empeña en no entenderlo, Más que miedo, preocupación.

Tuviste que afrontar unos problemas de salud, pero finalmente saliste adelante. ¿Qué les dirías a esas personas que en estos momentos están viviendo un proceso como el que tú pasaste?

Yo tuve suerte, fue un proceso muy duro. Tenemos un problema, cuando estamos inmersos en una situación así, nos damos cuenta y pisamos tierra y decimos que vamos a olvidar las tonterías, vamos a vivir, pero luego, enseguida, otra vez te metes en la vorágine de la vida y se te olvida, y le das importancia a cosas que no tienen importancia y no disfrutas de cosas que tienes que disfrutar. Yo les diría que yo tuve suerte, estaba muy avanzado, pero, afortunadamente, yo ahora mismo estoy en remisión completa. Tuve cáncer, tuve un tratamiento bastante duro, estuve ingresada dos veces, no me dejé la política, me daba vida, venía a los plenos, estaba en la oposición, era lo único que tenía junto a mi hija, porque estaba en baja laboral. Nunca se me olvidará la imagen de mi hija que, en ese momento, tenía dos años, abrazada la primera vez que me pusieron el  tratamiento de quimio y pensé que tenía que salir por ella, también por mí y  por mis padres, pero, sobre todo, por ella. Por eso, a las personas que están pasando por esa misma situación, les diría que es un paréntesis, aunque al principio es incertidumbre y no sabes lo que va a pasar.  Afortunadamente, si se diagnostica pronto, se sale, entonces es un paréntesis en tu vida malo, porque no voy a engañar a nadie, se pasa mal, yo lo pasé muy mal, pero se sale y afortunadamente la medicina y la salud pública están muy avanzadas.

¿De qué te sientes orgullosa?

Yo creo que de considerarme buena persona, o de que me vean como buena persona. Me considero una persona normal. En mi vida personal estoy muy orgullosa de mi familia. Tengo una familia que es una maravilla, aunque debo reconocer que soy una enamorada de mis sobrinos y de mi hija. En cuanto a mi vida profesional, yo creo que hemos hecho cosas, tanto yo como mis compañeros, que van a tener recorrido en Cieza  y que van a  formar parte de la Historia de Cieza. Yo creo que eso es motivo para estar orgullosos. No sé si seguiremos o no, pero de la etapa que hemos pasado aquí, creo que es motivo para estar orgullosos. Y luego, de mi etapa profesional anterior, pues también, porque he dado clases de informática y he enseñado a mucha gente a manejar el ordenador, entre ellos muchos alumnos. Respecto al hospital, el sentir cerca a las personas que tienen una enfermedad, que puedes hablar con ellos, consolarles y dar lo máximo por ti de ellas. Yo creo que en cada momento tienes que dedicarte en cuerpo y alma a lo que haces y tienes que estar a gusto con lo que haces. Y, como bien te he comentado anteriormente, en mi vida he pasado por diferentes trabajos y por diferentes etapas y en cada momento he intentado dar lo máximo.

¿Cuáles son los hobbys de María Jesús?

Me gusta mucho ir al cine, aunque voy muy poco últimamente, me gusta mucho leer, aunque ahora es en verano cuando dedico un poco más de tiempo a ello, porque llego agotada y estoy estudiando, a punto de finalizar ADE. También me gusta salir con los amigos, estar con mi familia, yo soy bastante familiar. 

¿El Muro, el Camino del Menjú o San Mames? ¿Por qué?

¡San Mamés! Supongo que depende para qué, pero así, a bote pronto, lo siento, pero San Mames. Ahí he pasado muy buenos momentos, tanto en el nuevo como en el antiguo.

¿Qué te hace sonreír?

Mi hija es lo primero que me hace sonreír. Y profundizando un poco más, un WhatsApp dándome las gracias por algo que para mí es una tontería, pero que para la persona afectada es un mundo. El poder sentir que estás ayudando es gratificante.

¿Qué tienen tu padre y tu sobrina para ser tus ojitos derechos?

Mi padre, porque ya te digo, ha sido mi ejemplo, con permiso de mi madre, pero en mi padre veo un ejemplo y yo creo que mucha gente que lea la entrevista, coincidirá, porque me lo dice todo el mundo por la calle. Es una persona que ha dedicado la vida a los demás. Él tiene 80 años y hoy, cuando ha ido a comer a mi casa, me estaba diciendo que el lunes tenía una entrevista con el consejero porque están desmantelando el hospital etc… Yo creo que una persona de 80 años, que tiene que estar pensando en sus nietos, que casi no puede andar, que ha pasado el mismo cáncer que yo, que tenga esas ganas de lucha, pues te dice mucho. Mi padre ha sido buena persona, muy honrado y se ha desvivido por los demás. Y, respecto a mi sobrina, Marta, pues llevamos juntas toda su vida, yo cuando ella nació me volqué en ella y, a día de hoy, no sé si es como una hermana, como una hija o como una amiga. Es otra de las personas que me apoya mucho. Es mirarnos y sabemos qué le pasa a cada una. Estamos muy conectadas, es una cosa muy especial. No encuentro palabras para explicarlo. Es magia pura.

¿Crees en la buena fe de la gente?

Sí, creo en la buena fe, y en la mala, y más cuando estás en política, que ves cosas que no se entienden, porque aquí estamos para dar el mejor servicio al ciudadano. Hoy me toca a mí, y mañana vas a estar tú, y vas a querer lo mismo, y te vas a dar cuenta de lo difíciles que son las cosas.

Para finalizar: ¿Qué te emociona verdaderamente?

Soy muy sensible y, por consiguiente, me emociona muchas cosas. Soy de lágrima fácil. Puedo estar viendo un anuncio y emocionarme, así que fíjate. Reconozco que soy bastante sensible y me emocionan muchísimas cosas. No sabría decirte una, la verdad. Vivo muy apasionadamente las cosas, a veces demás, porque soy bastante exigente y eso, siempre, no cae bien.