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José Gómez Sánchez-Fortún: «Cada Viernes de Dolores, cuando sale la Virgen, se me saltan las lágrimas y pienso en mi padre»

La Semana Santa guarda grandes tesoros en los corazones de los nazarenos ciezanos. Algunos más conocidos que otros, pero, sin lugar a dudas, todos centrados en un mismo objetivo, hacer más grande la Semana Santa Ciezana. Uno de esos nazarenos, de alma y corazón doloroso, es nuestro entrevistado de esta Semana Santa. Su apellido es, quizás, uno de los más nombrados durante los diez días que dura la Semana Santa de Cieza. Siempre con una sonrisa socarrona y sus chandals como uniforme, José Gómez Sánchez-Fortún, el Fortún, hace de la Casa Museo de la Semana Santa de Cieza su pequeño gran tesoro. Rafael Salmerón Pinar, quien le dio la oportunidad de sumar desde la Junta de Hermandades Pasionarias, lo define como: ‘’Una persona servicial, leal y comprometida. Con la que siempre se podía contar ‘’ Os dejamos con esa persona, el Fortún.

¿Quién era Luciano Gómez Villalba? ¿Cuánto hay de él en ti?

Luciano Gómez Villalba era mi señor padre. Yo de él tengo poco, de verdad. No le llego ni a los tobillos, era un número uno, en todos los sentidos. Era un crack. Él era un semanasantero. Se ponía la túnica el Viernes de Dolores y era Domingo de Resurrección y aún llevaba puesta la túnica de la Dolorosa. Sabía  cuando se la ponía, pero no cuando se la quitaba.

Heredero del Patillas. Un honor ¿no?

Sí, por supuesto. Yo entré aquí en el puesto del Patillas durante la presidencia de Rafael Salmerón. En esa época, el Patillas se puso enfermo y Rafael me propuso echar una mano aquí en la Casa Museo de la Semana Santa y aquí sigo. De esto hace ya más de veinte años. De todas formas, yo no me considero el sustituto de nadie, yo vine a ayudar y aquí sigo; yo no me considero conserje, solo una persona que coopera aquí.

¿Por qué decidiste portar la túnica de la Dolorosa, que era de tu padre, una vez que él falleció?

Sinceramente, no sé cómo explicarte eso. Son sentimientos. La túnica de mi padre estaba en mi casa, no en el cuarto de la cofradía, y, en la etapa de Carlos Lucas, tras un tiempo de ausencia, decidí de nuevo hacerme hermano. Hablé con Carlos y, sin ningún problema, me  di de alta con el número 6, que era el correspondiente a la túnica de mi padre. En efecto, la túnica no la saco ahora, porque no puedo, pero sigue saliendo.

¿Con qué momento de la Semana Santa te quedarías? ¿Por qué?

Me quedo con los recuerdos de cuando, siendo un crío, me vestía con la túnica de San Juan y salía con mi padre y con mi tío que iban con la Dolorosa, me ponía detrás de ellos y salía vestido de blanco. La Dolorosa en mi casa lo es todo. Yo he sido presidente del Tercio, pero el sentimiento de verdad es para la Dolorosa. Ahora soy directivo de la Dolorosa y, con quince años, también lo fui con Manuel Semitiel Eloy, yo estrené uno de los estandartes de la Dolorosa cuando el pregón era en San Joaquín.

¿Duele ver cómo se van todos los pasos y tú te quedas aquí?

La verdad es que no me da sentimiento, porque, normalmente, Domingo de Ramos, Miércoles Santo y Viernes Santo, los pasos salen de aquí y yo me quedo aquí.  Y no, no tengo ningún sentimiento por eso. Es más, durante la Semana Santa, yo salgo en las dos procesiones de Viernes Santo. Salgo  de comisario de la Junta de Hermandades Pasionarias con los dos primeros de la Procesión del Santo Entierro el Perdón y el Beso de Judas y, por la mañana, con El Nazareno y el estandarte de la Junta de Hermandades Pasionarias. Yo soy un multiusos, salgo el primero y empiezo la faena aquí. En resumen, lo llevo bien.

¿Cómo llevas no poder salir ya con el Tercio o la Dolorosa?

Lo llevo bien, porque soy consciente de que ya tengo unos años y, por la enfermedad que tengo en las piernas, no puedo salir, pero participo de otra manera y, aunque este año ya no puedo salir como en otros años de comisario, si participé en el traslado de San Pedro presidiendo para la Junta, pero esta es la única salida que voy a hacer.

¿Tanta pasión sientes por esto y por ser conserje de la Casa De los Santos que, pese a incluso no pagarte, has estado al pie del cañón?

Si os digo la verdad, la palabra conserje es una palabra que no me gusta. Yo entiendo que estoy aquí echando una mano, colaborando. Sí que es verdad que, en su época, si cobraba por ser conserje, pero llegó la pandemia y, por circunstancias de la misma, hubo que dejarlo. Y, cómo decías en la pregunta, aun sin cobrar sigo estando aquí. No es que tenga pasión, pero me gusta estar aquí. Es como algo mío. Si no estuviera, lo echaría de menos. Hay cosas que echo de menos, de verdad. Si no estuviera ahora mismo aquí, no podría estar en mi casa pensando que podría estar aquí y no estoy. En el fondo es que ciertamente me gusta.

¿Qué sientes cuando cada Viernes de Dolores la Dolorosa anuncia el comienzo de nuestra semana grande?

Lo primero que hago es mirar al cielo y decirle a mi padre: ‘‘un año más’’. Cada Viernes de Dolores, cuando sale la Virgen, se me saltan las lágrimas y pienso en mi padre. Insisto,  la Dolorosa lo era todo, también para mi tío.

¿20 años de directivo en la Junta de Hermandades no es demasiado tiempo en el mismo lugar?

Sí. – el entrevistado responde con rotundidad sin titubearlo- Ya me lo he planteado muchas veces, porque creo que ya va siendo hora de ir dejando sitito a otras personas, ya son muchos años. Yo comencé con Rafael Salmerón Pinar y sigo, después de 11 años, con Joaquín Gómez. Es decir, llevo muchísimos años y ya va siendo hora de, como digo yo, retirarme a mis aposentos. La edad ya tampoco te lo permite, pero, sí, ahí llevas razón y ya son muchos años y creo que hay que dejar paso a los jóvenes. Ya va llegando la hora.

¿Quién ideó El Anda en su concepto actual?

Yo, cuando estaba con Rafael Salmerón, le dije un día de hacer el mismo libro que hacían en Jumilla. Me contestó que era muy difícil, que costaba mucho dinero. Le pedí una oportunidad. Me tiré a la calle a buscar patrocinadores y recuerdo que el primer año sacamos seis millones de pesetas en patrocinadores. Nos lo trabajamos bien y hasta la actualidad. Por otro lado, yo hay una cosa que siempre digo del libro de Semana Santa: ‘’Cada edición que se hace es como si fuera mi hijo’’. Desde que empezó, yo fui uno de los artífices junto a Vicente Carrasco. No del libro, sino de sacarlo para que estuviera disponible, siendo una copia del de la Semana Santa de Jumilla. Para mí no es una revista, es un libro. El otro día, cuando se presentó EL ANDA de este año, Enrique Centeno, director de la publicación, me dijo lo siguiente: ‘’Estamos cerca de los cien años, llevamos ochenta y cinco’’ y yo le dije que, si vivo, los tres años que me quedan en la Junta estaré colaborando. Después no sé qué pasará. Son muchos años ya con EL ANDA, diecinueve concretamente.

¿Por qué la Semana Santa deja tantas personas por el camino y provoca tantos enfados?

Se supone que a la Semana Santa viene a sumar, pero te vas restando. Yo, por desgracia, he perdido la amistad de un buen amigo por la Semana Santa. Son tantos años al pie del cañón que, quieras o no, tienes roces y discusiones. Perder la amistad de esta persona me provoca tristeza, me acuerdo muchas noches de él porque ha sido un gran amigo mío y lo quería como si fuese un hermano y por el tema de la Semana Santa perdimos la amistad.

¿Dolorosa o Tercio Romano?

Dolorosa, siempre. El Tercio Romano fue una etapa de mi vida. Cuando éramos jóvenes, siete u ocho, nos juntamos, entre ellos Santiago, y me dijeron que fuera presidente para sacar al Tercio de una época difícil, pero, sentimientos, aunque con el Tercio Romano tengo algunos, pero Dolorosa, siempre. Por encima de todo, la Dolorosa.

¿La Caracola o la Dolorosa el Viernes Santo por la mañana por el Paseo?

Dolorosa por encima de todo. El sentimiento hacia la Dolorosa es muy fuerte y ese sentimiento va acompañado con el recuerdo de mi padre.

Un momento de tu trayectoria que recuerdes con mucho cariño de la Semana Santa

Uno de los momentos buenos, buenos, buenos, que se me vino todo encima, aunque sabía que iba a ser, porque la gente por la calle me dejaba alguna puntada, fue el año pasado cuando me nombraron ‘’Nazareno del año de la Dolorosa’’. Eso para mí es un orgullo. Eso para mí ha sido lo que más grande. Fue muy emotivo para mí.

¿Cómo quieres que te recuerden?

Como soy. Introvertido, un poco follonero, porque me gustan las  bromas y el cachondeo, pero en el fondo no soy nadie. Yo me considero buena gente, de verdad, pero bueno, tengo mis cosicas, soy un poco fantasmica, pero en el fondo no soy mala gente.