Licenciado en Filología Clásica, Catedrático de Filología Neotestamentaria en la Complutense, ha editado "Apócrifos del Antiguo Testamento", "Apócrifos del Nuevo Testamento", "Hechos apócrifos de los apóstoles", "Biblioteca copto-gnóstica de Nag Hammadi". Es autor de más de cuarenta publicaciones, traducidas al inglés, italiano, alemán y francés. Destacan: "Los cristianismos derrotados", "Jesús de Nazaret, el hombre de las cien caras", "Guía para entender a Pablo de Tarso", "Jesús y las mujeres", "El otro Jesús", "Ciudadano Jesús" o "La verdadera historia de la Pasión".

De rasgos apolíneos, ojos claros, cabellos plateados, de contenida elegancia, mirada regia y escrutadora; -que recuerdan a un emperador romano. La voz del profesor Piñero adquiere infinidad de matices, revelándose enfática cuando ha de subrayar una evidencia. Por ello, sus exposiciones públicas y conferencias reportan un plus de interés. Se le nota enamorado, apasionado por su trabajo y eso lo transmite al público.

En su novela "El trono maldito", queda bien claro que Jesús de Nazaret aspiraba a ocupar esa vacante dejada por Herodes el Grande

-Así es, Jesús fue otro pretendiente más a ese trono, al que ni tan siquiera accedieron los hijos del propio Herodes.

Todavía hay gentes que piensan en los judíos como los causantes de la muerte de Jesús. ¿Qué diría usted al respecto, profesor Piñero?

-Jesús fue ajusticiado bajo las leyes romanas por un delito de sedición contra el Imperio romano, de lesa majestad. El título que pusieron en la cruz lo dice todo: "Jesús nazareo, rey de los judíos."

El evangelio de Mateo figura en primer lugar en el Nuevo Testamento. Sabemos que no fue el primero. ¿Cuál fue la primera historia de la pasión?

-Marcos escribió el primer evangelio entre el año 71 y 75. Pero, he de decir que el primer relato de la pasión pertenece a un autor anónimo, aunque desaparecido, y que es donde Marcos se inspira.

Hay quienes piensan en los evangelios como crónicas fidelignas de unos hechos históricos. ¿Usted cómo los calificaría?

-Son escritos de propaganda de una fe. Si sacamos el núcleo de la pasión: el prendimiento, juicio ante Pilato y la crucifixión por delito de sedición, nos encontramos ante unas narraciones que recogen hasta noventa pasajes del Antiguo Testamento, algunas cosas de la literatura egipcia y sobre todo hay claros signos de dramatización y teatralización, especialmente en Getsemaní.

Personajes ficticios, ¿también los hay?

-Sí. Quizá el más ridículo sea el de "Barrabás". No se ha encontrado jamás un edicto romano que hiciese liberar a un preso. Por tanto, su figura es altamente legendaria. Lo de Judas es bastante sospechoso, al igual que las treinta monedas que dicen pagarle. Su muerte tiene dos versiones: la de Mateo, cuando devuelve las monedas y se suicida, es un plagio de la muerte de Ajitófel. Mientras en Lucas, va y se compra un terreno y luego se despeña por un precipicio. Esto es un símil alegórico de la muerte del rey Antíoco. José de Arimatea es otro de los personajes marcados con el sello de legendarios.

De domingo a viernes se desarrollan las conmemoraciones acerca de la pasión. ¿Coincide esto con la cronología histórica?

-Posiblemente la denominada como "entrada triunfal en Jerusalén" tuviera lugar en septiembre, coincidiendo con las fiestas "de los tabernáculos" que se celebraban en esa ciudad. Era una procesión donde cada participante judío portaba una palma. Esas palmas eran llevadas desde Jericó. Es también probable que en esas fechas se produjera el suceso de la purificación del templo. El supuesto juicio judío ante Anás y Caifás podría haber sido también en ese espacio de tiempo.

A juzgar por los evangelios, el juicio ante Pilato en torre "Antonia" hubo de ser muy animado y concurrido. ¿Cree realmente que fue así?

-Probablemente ese juicio fue sin presencia de gente, a puerta cerrada. Y nunca sabremos lo que allí se dijo. Los autores de los evangelios no fueron testigos oculares; escriben cuarenta, sesenta y cien años después, y eso es mucho tiempo. No existía prensa, ni radio, televisión, nada de nada... Lo que se dice del juicio son meras conjeturas de estos autores. Por otra parte, no quedan actas del juicio. Haberlas, es posible que las hubiera.

El evangelio de Mateo contiene pasajes que podrían optar a un premio del absurdo

-Tal vez. La escena del lavatorio de Pilato y sobre todo cuando la naturaleza se conmueve, a la muerte de Jesús: el cielo se oscurece, el velo del templo queda rasgado, de las tumbas salen los muertos...Son escenas imposibles.

En la historia de la pasión se cuelan dos personajes un tanto extraños: los denominados "ladrones". ¿Lo eran realmente?

-Los romanos tenían mucha cautela a la hora de mandar a alguien a la cruz. No se castigaba con la muerte a un simple ladrón. Estos individuos fueron también condenados por delito de sedición y muy probablemente pertenecían al circulo próximo a Jesús.

Pablo de Tarso es uno de sus personajes favoritos, y quien más quebraderos de cabeza le ha dado

-Pablo es un elemento sumamente complejo. Griego, judío y encima con pasaporte romano. Él se dirigía a las élites paganas; nada que ver con Jesús, que lo hacía a los pobres fariseos, a los campesinos, a los desheredados ...No inventó el cristianismo, sólo puso las primeras piedras. Luego, el judeo-cristianismo se convirtió en una religión barata, al alcance de cualquiera; nada que ver con los cultos mistéricos del mundo pagano. La creación de una especie de seguridad social para viudas y huérfanos por parte de estos judeo-cristianos hizo que su propagación fuera a más.

Si miramos hacia el mundo del arte, toda la imaginería religiosa existente se compone de millones de crucificados, de miles de "calvarios", "inmaculadas concepciones", nazarenos con cruces acuestas, etc. ¿Sin embargo las representaciones de "resucitados" son más bien escasas?

-Tanto la "resurrección" como las llamadas "apariciones" no pertenecen al ámbito de la historia. Pretenden ser el emblema de una religión que es ofertada al mundo pagano, y por tanto tiene esas connotaciones, diríamos que mágicas. Todo eso pertenece al ámbito de la fe. Es pura teología.

Después de escuchar al catedrático e historiador Antonio Piñero, caemos en la cuenta del lema que preside su web: "En el cristianismo primitivo casi nada es lo que parece". Que la imagen e historia de Jesucristo, el invento de Pablo de Tarso, nada tiene que ver con el verdadero "Jesús histórico": un humilde menestral galileo, un maestro de la Ley autodidacta, un sanador y exorcista como otros tantos rabinos de su tiempo. Y que murió ajusticiado por atreverse a anunciar la inminente llegada de un Reino, que nunca llegó.

Haber conocido y tratado personalmente al profesor Piñero es todo un regalo que el destino me tenía reservado. Eternamente le estaré agradecido por sus desvelos hacia la creación de una novela. Un relato que nunca hubiese sido posible sin su colaboración desinteresada, sus aportaciones tanto como filólogo así como por ser uno de los mejores conocedores del cristianismo primitivo. Una novela que viene a ser un modesto homenaje a hombres que han fundido su tiempo a la búsqueda de la verdad histórica, por encima de ideologías y creencias religiosas. Y que me hizo subrayar una vez más, que las personas verdaderamente talentosas con gran solvencia intelectual suelen ser claras, con la sencillez por bandera como el profesor Piñero enmarca sus discursos y conferencias. ¡Gracias mil, querido maestro! La novela "Detectives de la Pasión", de futura aparición, tiene en su trama como uno de sus protagonistas, al escultor y modelo ciezano Juan Bautista Fernández.