El cartel era interesante, los toros tuvieron una aceptable presencia, con fondo de nobleza, y manejables en conjunto. Abría plaza el caballero rejoneador hispano-luso Diego Ventura. Fue su faena más cálida, donde exhibió sus dotes de doma. Ventura es el Fandi del rejoneo por su espectacularidad. Sus banderillas al violín emocionaron al público. De una estocada entera hizo tumbar a su primer enemigo. Dos orejas.

Con larga cambiada recibió a su primero el lorquino Paco Ureña. Ya con el capote recibió una colada de su oponente. Después de un puyazo brindó al respetable. Su faena fue desangelada y abúlica ante un toro soso y con problemas. Un pinchazo, una entera y dos descabellos acabaron con el ejemplar de La Palmosilla. Recibió palmas por su esfuerzo.

Roca Rey fue jaleado al recibir a "Ilustrado" de 498 kilos, que recibiría un puyacito. Chicuelinas jaleadas y brindis primero al público; ya que en el sexto lo volvería a hacer. Conjugó una faena animosa con un toreo hacia las afueras, sin redondear una obra de mayor enjundia que un toro repetidor y de buena transmisión exigía. Estoconazo sin puntilla a un bravo toro, que murió como tal, casi en el centro del ruedo, con la boca cerrada y resistiéndose. Algunos aficionados aplaudieron su arrastre, y el personal solicitó los máximos trofeos y el presidente con buen criterio concedió un sólo apéndice.

Hasta el segundo tercio no pudo arrancar Ventura, el aplauso en la lidia de su segundo, también de Los Espartales; su propia ganadería. De estocada caída provocando un fuerte derrame concluyó su actuación. Se silenció su labor.

Ureña quiso, lo intentó pero no pudo cuajar a "Poema", un animal de 508 kilos. Comenzó con estatutarios y puede que eso diera motivo para el pasodoble Manolete. Recibió aplausos en una tarde donde el torero de Lorca apenas se dejó traslucir.

Y por último Roca Rey realizó una labor encimista, vistosa; aunque sin llegar a mostrar el portento artístico del que tanto se habla. Su oponente fue otro buen toro, repetidor y codiciosos de La Palmosilla. Al final, Roca Rey recibiría dos orejas, saliendo junto a Ventura por la puerta grande. Y como en el toreo la solidaridad hacia los compañeros con poca fortuna es escasa, el sobresaliente se marchó a casa sin poder dar ni un capotazo.