Habría que ir a asuntos que interesen más y a mayor número de ciudadanos a la hora de mostrar hasta qué punto esta nueva corporación municipal (que fácilmente puede devenir tan igual, tan vieja y tan previsible como todas las anteriores) ha empezado a trabajar ya por el mayor bienestar de los ciezanos y ciezanas, pues que a eso tiene que estar orientada en última instancia la acción de gobierno del recientemente elegido nuevo equipo de gobierno municipal.
Descartada la muy necesaria variante de Camarillas, convertida en órdago recurrente de los vergarianos ciudadanos; descartada también la variante del Maripinar por mil veces presupuestada e incumplida, vergüenza ajena de alcaldes desde hace más de 20 años, se impone acometer con urgencia tareas quizá más domésticas y más modestas, de muchísimo menos dinero, pero que los ciezanos y ciezanas agradecerán y reconocerán como ejemplos evidentes de que algo ha empezado a cambiar en el modo de gestionar la cosa pública en nuestro municipio.
La primera de todas, el Paseo Ribereño, que está muy bien como está, que a los ciezanos y ciezanas les gusta y les sirve como es, y que por tanto no son necesarios esos cambios tan fantásticos y maravillosos que se han anunciado en los últimos tiempos, con ampliaciones que podían llegar hasta Archena y con inversiones millonarias. Ya estamos otra vez a vueltas con el faraonismo de tribu y aldea. Convénzanse, al Paseo Ribereño sólo le hace falta, como modificación más importante, suprimir la curva cercana al Puente del Argaz y asfaltar y adecentar ese pequeño tramo de carretera hasta el mismo puente. Además, establecer un servicio de mantenimiento estrictamente público desde el Ayuntamiento, con entre 15 y 20 personas contratadas como personal laboral indefinido, ajustando la contratación a los criterios de publicidad, mérito y capacidad. ¿Cuántos cursos de mantenimiento de jardines y zonas verdes se hicieron en la anterior legislatura?. ¿Cinco?. ¿Diez?, pues de ahí debe salir fundamentalmente ese personal, que ya está bien de tanto curso; que quienes se formaron en esos cursos lo que deben estar deseando es trabajar. En el Paseo Ribereño, el paseo que ya disfrutan miles de ciezanos, lo que hay que hacer es posibilitar que sea un extraordinario jardín natural en plena naturaleza...y poco más. No creo que fueran necesarios más de 300.000 euros, incluidos gastos de personal, y creo que estarían bastante mejor invertidos que los más de 200.000 que creo que costó esa extraña y peregrina construcción que puede verse en la Atalaya, dentro de la zona excavada de Medina Siyasa, que todo el mundo pregunta qué es y que casi nadie sabe para qué sirve.
La segunda, y no menos importante, hasta es posible que resulte más barata: la eliminación de los nauseabundos olores que deben soportar de manera casi permanente los sufridos vecinos y vecinas del Paseo de Ronda y cuantos sin ser vecinos de la zona, utilizan el referido paseo para sus rutas saludables (es un decir) cuando salen a los caminos de la Atalaya o al propio Paseo Ribereño. A la altura del colegio José Marín el hedor es particularmente insoportable. Me han dicho que procede de la deficiente depuración de residuos de una empresa de congelados de jibia y otros mariscos, de Ascoy. Pues ya está bien, porque la peste viene manteniéndose desde hace varios años, que la empresa o las autoridades tomen cartas en el asunto, porque el “pestor” es insufrible y eso, sano, lo que se dice sano, no puede serlo y podrían empezar a plantearse severas demandas y querellas contra quien fuera por atentar contra la salud pública.
Como atentado contra la salud pública siguen siendo los elevados niveles de contaminación acústica que se ven obligados a soportar los vecinos de Cieza un día sí y otro también, provenientes en muchos casos de la manipulación estúpida y descerebrada de los tubos de escape de las motocicletas hasta el extremo de proporcionar la parece que excitante pero tontísima sensación de ir montado sobre un ruido y creerse así más poderoso, guay, chulo, sexy e impresionante ante las chicas, o gritar destempladas y estentóreas gilipolleces en las madrugadas de sábados y domingos tras atiborrarse de alcohol en tascas, bares, pubs y otros antros, situación que se resuelve fácilmente a golpe de aplicación estricta de ordenanzas y multa que te crió.
Y una cuarta e inmediata actuación debería ser abordar de una vez la erradicación de los vertederos incontrolados que han convertido a nuestra ciudad y su entorno en la perla de la basura. Hace muchos años, más de 30, que se intenta sin verdadera convicción y sin estar de verdad dispuestos a ponerse todo lo desagradables que sea necesario contra esta lacra y sus responsables.
Si aparcan las reuniones para asignar sueldos, dietas y sueldecillos a alcalde, concejales, funcionarios, funcionarillos, paniaguados y paniaguadillos y a estas cuatro actuaciones le añadimos que la policía consiga que al menos un conductor detenga el coche como manda la señal en el stop situado a la entrada de Cieza por la plaza de San Juan Bosco, las elecciones habrán servido para algo y estaremos abiertos a creernos que un cambio esperanzador empieza a abrirse camino. ¡Próceres!, pónganse manos a la obra, please.
